Los Lirios exige soluciones a todas las partes

La asociación, por medio de su presidente, Enrique Cabezón, denuncia el «malestar y la preocupación de los vecinos de Los Lirios por el posible riesgo que representan las paradas de los trenes con mercancías peligrosas que se realizan a escasos 10 metros de las viviendas colindantes». Además, y según puede leerse en el texto de la denuncia presentada ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, entienden «que el control sobre el tráfico del ferrocarril es responsabilidad de Adif, así como de las autoridades municipales y regionales».

La asociación de vecinos está muy molesta tras la, a su juicio, tercera versión oficial: detenciones obligadas para reordenar el tráfico ferroviario, en mitad del debate de qué son paradas y qué estacionamientos. «Pasan olímpicamente de la ley», sentencia Cabezón, quien en su escrito de denuncia solicita: «Que se investigue el tipo de paradas que se realizan, y si son de trenes con mercancías peligrosas; el cese de dichas paradas en el núcleo urbano de Logroño; y la adopción de medidas contra sus responsables, si procede».

La denuncia, además, se complementa con documentación, pruebas fotográficas y vídeos que, también en opinión de la asociación, «demuestran la grave imprudencia por parte de Adif al permitir lo que ellos denominan 'paradas técnicas' o 'estacionamientos operativos' de los trenes de mercancías peligrosas en un lugar en el cual una fuga o un derrame accidental de los productos que transportan pudiera ocasionar graves daños a las personas por estar tan próximo a viviendas civiles, así como un grave daño al medio ambiente al estar su ubicación en la zona de la cuenca del Iregua».

Tanto el Reglamento relativo al Transporte Internacional de Mercancías Peligrosas por Ferrocarril (RID 2011) como el Real Decreto 412/2001, de 20 de abril, por el que se regulan diversos aspectos relacionados con el transporte de mercancías peligrosas por ferrocarril, prohíbe paradas en túneles de más de 100 metros y estacionamientos en una estación de núcleo habitado o cuando esté situada a menos de 500 metros de distancia del núcleo más próximo de población agrupada.

«La inauguración de la nueva estación de ferrocarril, las obras previas para el soterramiento y la decisión, cuanto menos irresponsable, de dejar a un único barrio de la ciudad fuera de los planes de integración fueron decisiones consensuadas por la Sociedad LIF 2002, y su consecuencia directa fue construir otra vía que se sumó a la vía histórica y colocar un semáforo de ordenación de tráfico en pleno núcleo urbano. Desconocemos si se hicieron los estudios específicos para conocer el impacto de la vibración de los trenes de mercancía o el ruido en las viviendas colindantes, pero entendemos que deberían existir, al igual que los protocolos de seguridad en caso de posible accidente», vuelve a reiterar la asociación de Los Lirios de Logroño a Diario LA RIOJA, quien lleva haciéndose eco del caso desde el pasado mes de mayo.