Linda vuelve a casa dos años después
Mascotas ·
Un vecino de Alfajarín (Zaragoza) recupera en Logroño una podenca, cuyo robo denunció hace dos años, tras ser localizada por el centro de acogida gracias al microchip del animalNo pensaba Desiderio Osta que iba a volver a ver a Linda. De hecho, una vez pasado tanto tiempo, incluso se había desecho de su documentación, contaba él mismo. Y ello porque Linda, una podenca de tres años, desapareció de su casa, en Alfajarín (Zaragoza), hace cerca de dos. A su dueño no le cabe duda de que, en aquel momento, le fue robada –de hecho, denunció ante la Guardia Civil– porque, cuenta, del lugar donde suele tener los perros no se podía escapar. La cuestión es que nunca más supo de ella... hasta esta semana, cuando recibió una llamada desde Logroño para contarle que su perra estaba aquí, en el centro de acogida de animales, donde leyeron el microchip que lleva puesto y que facilitó su localización.
Y sí, cuando este viernes por la mañana se produjo el reencuentro, Linda lo reconoció. Y eso que, claro, apenas si habían pasado juntos unos meses, pocos pero intensos, de esos de estar a diario. Si estos días en su 'chenil' del centro de acogida logroñés se había mostrado asustada y apenas permitía que nadie se le acercara, decían en el centro, no tuvo problemas para arrimarse a Desiderio y dejarse acariciar, todo con un movimiento de cola de lo más esclarecedor. Estaba contenta. Le puso después Desiderio un collar y, con una correa, la sacó a dar un paseo y no le costó a la podenca, a continuación, mostrarse más sociable y confiada. «Yo te cuidaré mejor», prometía su dueño, quien observaba que «tiene ganas de cariño».
¿Qué ha sido de la perrita todo este tiempo? Aunque la cabeza la tiene un poco pelada y las orejas con heridas, de carnes no está mal, comentaba el personal del centro. Por las marcas de las orejas, Desiderio Osta calculaba que la habrán llevado de caza a lugares llenos de matojos. Al centro de acogida de animales llegó gracias a la Policía Local a quien se la entregó una señora que la había encontrado, refieren allí.
Terminados los trámites necesarios, los Osta (Desiderio llegó con su hijo) se dispusieron al traslado y, si bien dudaron al sacar el transportín del maletero, Linda accedió a entrar sin problemas para iniciar un viaje que la llevaba de vuelta a casa.
Y si Amaya Castro, la concejala que se ocupa de Bienestar Animal, que acudió a la despedida de Linda, tuvo tentaciones de sugerirles alguna mejora para más comodidad de la perra durante el traslado, enseguida comprobó que se las sabían todas.
También dominan todas las ventajas que puede tener poner un michochip a sus animales porque, decía Desiderio, la misma Linda y todos los demás perros que ha tenido lo han llevado. «Si se escapa, si pasa lo que sea, no llevarlo puede ser un problema».
Medida protectora
La edil insistió en que «una de las medidas más efectivas para proteger a nuestros animales es la implantación del microchip. Se trata del mejor método para identificarlos, lo que facilita su encuentro en caso de pérdida o robo, tal y como ha ocurrido con este caso».
«Solo el 34.3% de los perros recogidos por las protectoras llevan microchip y únicamente el 4,5% de los gatos lo tiene implantado. Si el animal de compañía se pierde y tiene un microchip aumentan las posibilidades de que pueda volver a su hogar», recuerda Castro, que alude a los últimos estudios sobre abandono y adopción de animales de compañía.
Además, se fijó en que «el 61% de los animales recogidos por las protectoras que tienen microchip han sido devueltos a sus propietarios. Y gran parte del resto no han podido ser devueltos porque los datos de su propietario no estaban actualizados en el microchip».
Casos como el de Linda y Desiderio, «ponen de manifiesto la importancia de microchipar a nuestros animales y también actualizar los datos del microchip para facilitar la localización de los propietarios en caso de pérdida o robo».
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