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Así será el futuro del transporte público de Logroño

Cambios para dar servicio desde la nueva estación y mejor cobertura al San Pedro y al polígono de Cantabria, claves del estudio que revela Diario LA RIOJA | La asistencia técnica de URBE plantea la creación de una línea periférica, en dos fases, con un coste de entre los 415.000 y los 900.000 euros

Javier Campos

Logroño

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Jueves, 31 de enero 2019

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El futuro del transporte urbano en la capital de La Rioja ya está aquí. Lo tiene el Ayuntamiento de Logroño desde hace más de un año proyectado en el papel y ahora sólo falta que comience su ejecución en la práctica. El plan, que entre otras cuestiones, incluye las adaptaciones de la red de autobuses públicos a corto y medio plazo y la creación de una línea circular u orbital, es el resultado de los más de 42.000 euros invertidos en dos asistencias técnicas esta misma legislatura, la primera adjudicada en el verano del 2016 y la segunda en verano del 2017, en pro de sentar las bases de lo que tiene que ser el servicio en los próximos años.

La Administración local adjudicaba en julio del 2016 la elaboración de un diagnóstico del transporte urbano y las directrices para una nueva red a URBE Ingeniería Civil por 21.199,20 euros. Primera parte de una asistencia técnica encargada de recoger propuestas correctoras y puntos de mejora del servicio que tuvo su continuación con la adjudicación a la misma empresa en junio del 2017 por 21.477,50 euros de una segunda y definitiva, el estudio de medidas y estrategias para la potenciación y promoción del mismo en la ciudad de Logroño.

Un documento, fechado en octubre del 2017 -aunque en febrero del 2018 se precisaba que aún estaba al caer- y facilitado por el grupo municipal del PSOE a Diario LA RIOJA tras su consecución en fechas recientes, del que no se había sabido nada hasta ahora.

Las 'medidas y estrategias' abordan en uno de sus apartados propuestas que afectan a las líneas actuales, así como la creación de una nueva línea - la bautizada como circular u orbital/perimetral- que complemente la red ya existente. Y todo ello con el objetivo de una mejor adaptación de la oferta a la demanda, de dar cobertura a -y desde- la nueva estación de autobuses actualmente en construcción -creando incluso un intercambiador-, de mejorar las frecuencias, de la 'simetrización' de recorridos y de evitar solapamientos, de dar respuesta a las sugerencias vecinales -a reivindicaciones históricamente reclamadas- y de mejorar la cobertura al hospital San Pedro y al polígono industrial de Cantabria.

Modificaciones y reajustes atendiendo siempre a la distribución de la carga de viajeros por cada una de las líneas existentes reforzando los tramos de mayor demanda y adecuando el servicio en los tramos con 'sobreoferta'. Un plan que, en cualquier caso, puede aplicarse gradual y progresivamente y «no implica un incremento sustancial de los parámetros de explotación ni de los recursos existentes» pues «el volumen de oferta (vehículos, kilómetros y horas de servicio) de las propuestas es equiparable al volumen de la oferta actual». Un coste, en definitiva y según el estudio, «que no tiene un aumento significativo».

Los reajustes en las líneas de autobús ya existentes se podrían aplicar con un coste «similar al actual»

Sobre la creación de una nueva línea que complete y complemente «la consolidada red radial de transporte público en la ciudad», el estudio propone su implementación en dos fases distintas: en una primera se propone una línea orbital en el arco sur de la ciudad y en una segunda se cerraría por el arco norte generando la tan traída y llevada circular, promesa electoral del PP en el 2015, de hecho, y de la que no ha vuelto a haber noticias. Todo ello con el propósito de conectar los barrios más periféricos entre sí y con los principales equipamientos sin necesidad de 'transbordo' en el centro de la ciudad.

Cambios globales -sobre todo con la nueva línea- que, según la asistencia técnica de URBE Ingeniería Civil, pueden tener diferentes plazos de ejecución, «según el grado de inversión que se pueda asumir». Cambios para los que, además, se contemplan tres diferentes escenarios económicos, dependiendo de si se implanta o no la línea orbital o circular y de si se hace por fases o completa. Así, en el primero de ellos, donde se pondrían en marcha las propuestas que afectan a las líneas actuales, el coste de explotación sería similar. Cuestión de voluntad, podría decirse. Sin embargo, de apostar por la orbital sur se necesitaría un incremento de tres vehículos y una inversión -estimación del déficit previsto- de 415.000 euros; y de hacerlo por la circular completa el incremento de la flota necesario sería de hasta siete vehículos más y un coste de hasta 900.000 euros.

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