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Víctor Zapata –el 'Bicho'–, y Beatriz Romero –Bea– posan en el 'BBCh' al que dan nombre. JUSTO RODRÍGUEZ
Un escaparate con vistas al rock de viejos y nuevos
Tengo una tienda | BBCh

Un escaparate con vistas al rock de viejos y nuevos

Comercio local. 'BBCh', la tienda de Bea y el 'Bicho', cumple 10 años como una de las referencias musicales en Logroño

Javier Campos

Logroño

Sábado, 24 de junio 2023, 02:00

Una ventana abierta a Portales desde la que lo mismo te mira Lemmy Kilmister, viendo pasar el tiempo sin sus Motörhead, que Eddie, la 'mascota' de Iron Maiden reencarnada en una de sus mil momificadas formas... y todo ello mientras por la puerta, aunque esté cerrada, se escapen algunas canciones de los Ramones o de AC/CD al ritmo de una clientela que no para de entrar y salir.

Logroño encontró su particular 'CBGB' neoyorquino, un guiño al menos en lo que al tipo de letra se refiere, con 'BBCh On Rock', mucho más que una tienda de discos –de vinilo– y camisetas –de grupos– que justo a punto de cumplir 10 años se ha convertido en una de las referencias musicales de la ciudad atrayendo al mismo centro a público local y a visitantes y turistas de paso que no dudan en detenerse ante el escaparate. Sin distinguir entre viejos y nuevos.

«Llama la atención, sí...», confirma Víctor Zapata, más conocido como el 'Bicho' y quien junto a su compañera, Beatriz Romero, Bea, dan nombre a la tienda («BBCh... Bea y Bicho, pero sin vocales», desvela casi celebrando su primera década) haciendo del 'merchandising' y la 'personalización' –que ya trasciende la música para pasar por el cine, la televisión y demás manifestaciones populares– sus señas de identidad.

«La idea inicial fue la de una tienda de discos, camisetas y demás productos relacionados con la música, especialmente el rock, algo así como lo que podía encontrar nuestra generación en Discoplay y Tipo, donde se vendía y se compraba por catálogo», explica Víctor, reconocido y reconocible en el 'mundillo' local por su implicación y por tocar en distintas bandas.

De hecho, recién abierta la tienda original, entonces en Club Deportivo, este diseñador gráfico de profesión, que mantenía relación con Leño en general y con Rosendo en particular, se convirtió en el responsable del 'merchandising' oficial (tanto en la creación como en la venta 'on line' y en los conciertos) del de Carabanchel. Un espaldarazo para tener claro que lo suyo serían desde entonces los discos, la ropa y los complementos (figuras, felpudos, tazas y jarras... regalos exclusivos todos ellos). Y una amistad que dura... junto a una tienda que sigue abierta. «Cuando Rosendo nos dijo que se retiraba, pensé que esto se acababa, pero aquí estamos», confiesa.

«El plan era ofrecer ahora todo el popurrí musical de los boletines de antes y lo cierto es que funciona», dice «tras años buscando de hacer de mi afición un oficio». «He conseguido que mi modo de ganarme la vida sea el rock, y me da de comer picoteando de una cosa y de la otra...», reconoce orgulloso mientas estampa una camiseta de los Sex Pistols en su nueva máquina entre cuadrillas de adolescentes curiosos.

Una manera de vivir, la de un «roquero de toda la vida» que «va cada día a trabajar con una sonrisa», y que además lo hace sabiendo que no hay competencia en el 'sector', sino tiendas complementarias... de amigos y con el mismo rollo. Un rollo tan de compartir como es el rock. El rock de todos.

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