Las dovelas vuelven al arco de Mantible
Patrimonio ·
La reconstrucción de los restos del puente se retoma tras el parón de dos meses y las piedras recuperadas de la bóveda ya se ven sobre la plataforma de obrasLa recuperación de lo que queda de Mantible, como el río que en su día permitía cruzar, sigue su curso. Las obras para volver a levantar el arco caído en la orilla riojana se retomaron el pasado mayo tras dos meses de obligado parón debido a que, desde marzo, el caudal del río no permitía actuar de manera segura. Hoy, con el nivel de las aguas adecuado y tras varias semanas de trabajos, ya puede verse sobre la plataforma parte de la piedra recuperada del lecho para iniciar la reconstrucción de la bóveda.
Una gran grúa instalada en el propio cauce domina el conjunto desde hace días, llamando la atención entre un mar de viñas junto al 'andamiaje' preparado alrededor del estribo, en el logroñés barrio de El Cortijo. A partir de ahora, y aún con la fecha por determinar, será momento de colocar la estructura provisional o cimbra sobre la que se vayan recolocando las piezas rehabilitadas así como otras nuevas de cantería –de distinta tonalidad a fin de distinguirlas de las originales–.
Así se lo confirmaba ayer a Diario LA RIOJA el concejal de Patrimonio y Centro Histórico, Adrián Calonge, quien daba cuenta del procedimiento llevado a cabo con las dovelas –piezas del arco colapsado– como claras protagonistas. Las mismas se encuentran catalogadas en base a la fotogrametría de los restos arqueológicos de antes del desplome de las citadas 'ruinas', que tuvo lugar en enero del año pasado. La misma, de hecho, será la guía para el proceso que se prolongará hasta el próximo octubre.
Una gran grúa sobresale junto a la plataforma ya montada a la espera de instalar la cimbra para el proceso de recreación
La consolidación y restauración de los restos del puente Mantible, que comenzaron definitivamente el pasado septiembre, se reanudaron la primera semana de mayo, primero acopiando materiales y a los pocos días reiniciando las obras como tal. Hubo que volver a desbrozar y limpiar la zona tras varias crecidas durante tal paréntesis y, a partir de ahí, se asentó la base de hormigón para colocar la grúa que estos días no para –base que será retirada al final de la intervención eliminando cualquier elemento extraño–.
Paralelamente, y según las explicaciones del edil delegado, se hizo la última numeración siguiendo el 'modelo digital' creado para tal fin y se terminó de analizar las piezas que servían y el modo de encajarlas –y, sobre todo, en qué posición estaban– a la vez que se ha estado trabajando en el mortero que se empleará como «pegamento». «Más que un proceso complicado, se trata de un proceso laborioso», explica el propio Calonge.
Tal y como se dijo, la 'recreación' completa del arco se realizará por el proceso de anastilosis, es decir, «creando un puzle con la piedra original en una posición similar a la de la fábrica de su momento de construcción, nuevos elementos pétreos de naturaleza similar y morteros de unión hidrofugantes para facilitar su conservación». Pero para eso aún queda. De hecho, será entre julio y agosto cuando se colocará la tan traída y llevada cimbra.
De momento, se trabaja en tenerlo todo a punto. La plataforma en cuestión levantada desde diciembre ha sido reforzada de cara a ir situando todas y cada una de las piedras empleadas para la recuperación de este Bien de Interés Cultural (BIC), que con un coste de 755.501 euros, tiene un plazo de ejecución previsto de diez meses.
«Seguimos con el calendario de trabajo previsto, el verano se antoja clave, y todo estará listo antes de las lluvias», aventuraba ayer Adrián Calonge, quien reiteraba que la pila, que era la que mayor peligro corría, está consolidada y asentada por completo. No en vano, se ha realizado un proceso de vigilancia y monitorización durante la paralización, aunque ya se había demostrado con las crecidas de invierno, según sus palabras, que la parte ejecutada es «óptima y resistente».
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