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La tienda de artículos deportivos de la calle Vitoria levantó la persiana primero en el número 9, casi enfrente de su actual ubicación, en el número 10. Y de esto hace treinta y dos años. Corre-Rioja nació como franquicia de Corre Corre y, aunque aquellos tiempos pasaron, ha mantenido el nombre, recuerda Antonio Orcos, el propietario del comercio. Después ha ido trabajando con otras centrales de compras. La de ahora es Total Sport. Es la forma de poder acceder a todas las marcas en las condiciones y en las cantidades que precisa. Él no quiere demasiadas unidades de un mismo producto, sino muchas referencias distintas, que haya muchos productos y colores para elegir, explica.
Los vecinos de su entorno, en pleno centro de la capital, se lo aprecian. Son sus principales compradores y ellos le envían a sus amigos y conocidos. En el ránking de mejores clientes destacan los jubilados que, además de hacer su deporte, compran prendas y calzado de calidad. Muchos de quienes le visitan realizan sus actividades deportivas por la mañana. Orcos destaca la labor de Logroño Deporte en este aspecto, en el de tener enganchados a la actividad física a muchos mayores con un número considerable de plazas. Los clubes de pádel también dinamizan lo suyo, así como los gimnasios urbanos.
Dónde Corre-Rioja se encuentra en la calle Vitoria número 10.
Qué Ropa y calzado deportivo de todas las marcas, mochilas y numerosos complementos.
Además, presume de tener asiduos a los que ha vendido productos primero para sus hijos y ahora para sus nietos. La clave, para él, está en la atención que se ofrece –y señala ahí la labor de Edurne Nogueira, dependienta de la firma desde hace 16 años– y en la posibilidad de probar todo lo que se necesite. A veces, uno no se ve con algo hasta que se lo pone, refiere el comerciante. Por fin, una modista muy buena, apostilla, lleva a cabo los arreglos que se precisen. «Nuestro éxito es ese, atender y recomendar», dice.
Recuerda Orcos la mudanza del número 9 al 10, allá por el 1995, con la familia cambiando los efectos de un sitio al otro porque prácticamente el mismo día cerraron una y abrieron la otra. El establecimiento de la calle Vitoria convivió durante años con una segunda tienda en la entonces Jorge Vigón y ahora Solidaridad número 17. Con los dos comercios en marcha, Antonio Orcos y su mujer, Elena Zudaire, funcionaron hasta 2008. Rememora también el comerciante que en aquel momento llegaron a tener hasta siete dependientas.
Y, haciendo cuentas, calcula que en el Logroño del 1995 hasta el del 2005 convivieron en la capital hasta 13 tiendas de deportes por las en torno a tres de comercio urbano que quedan ahora.
Menciona también que estos días se han puesto a disposición los bonos comercio –3.000 por 10 euros cada uno– que el Consitorio incluye en su convenio con la Cámara. Él participa en este tipo de campañas desde el principio, cuenta. Y también que, aunque hizo sus pinitos con una web a través de una iniciativa de la FER hace años, no fue a más. No le era rentable, resume.
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Juanan Salazar | Logroño
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