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Imagen del mercadillo ayer por la mañana. :: sonia tercero
Un crisol de oportunidades

Un crisol de oportunidades

El mercadillo de la plaza del Mercado vivió ayer su fiesta

PILAR HIDALGO

Domingo, 25 de noviembre 2018, 23:48

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Herramientas de todo tipo, cacerolas, cedés, cassettes (sí, aún pueden comprarse cassettes), modelos antiguos de teléfono, un trillo, libros, cargadores para el móvil... El mercadillo de la plaza del Mercado de Logroño oferta cada domingo por la mañana la lista de artículos más variopinta e insospechada.

Ayer los 71 puestos que lo conforman (aunque no todos acuden todas las semanas) estaban de celebración. Desde hace cuatro ejercicios este mercado de antigüedades y coleccionismo promueve una fiesta anual para dinamizar la zona.

«El Ayuntamiento nos reguló la actividad hace un lustro y no nos cobra nada por instalarnos, pero a cambio nos exige que una vez al año organicemos una fiesta a beneficio de una ONG», explicó el presidente de la Asociación Cívico-Cultural Amigos del Mercado que gestiona este mercadillo, José Miguel Ochoa.

La celebración recaudó fondos por segunda vez para la Cocina Económica

Así, pese a que la mañana amaneció gris en la capital riojana, su céntrica plaza del Mercado bullía de color y actividad de la mano de unos hinchables gigantes, una degustación de setas que desprendía un apetecible olor por el entorno y las calles de puestos.

Muchos logroñeses se acercaron a echar un bocado y curiosear entre cientos de artículos y cachivaches. «Viene mucha gente y buscan de todo. Desde señoras mayores que se interesan por jarritos y piezas de decoración, a hombres que miran herramientas y coleccionistas en busca de muñecas o libros», expuso Ochoa.

Tiene incluso tirón entre los visitantes y peregrinos. «A uno una vez le tuve que enviar un disco que me había comprado a Barcelona», indicó.

Ayuda para familias

Los puestos de este mercadillo los atiende un crisol de culturas y etnias, casi tan nutrido como los productos que venden. «Esta actividad constituye una ayuda para familias necesitadas; al tiempo que permite recuperar cosas que podrían haber ido a la basura y que ahora pueden tener una segunda vida», apuntó el presidente del colectivo gestor.

Aseguró que, aunque la mercancía se oferta «a precios económicos», el dinerillo que los vendedores sacan les ayuda a tirar para adelante. Por eso, reconoció que «tenemos una lista de espera de 33 personas que quieren poner un puesto».

Ayer, además de para mantener a los suyos, el mercadillo recaudó fondos para otro fin. El beneficio que se obtuvo con la degustación de setas se dirigirá por segunda vez a la Cocina Económica.

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