Buscando a Edith Piaf en La Rosaleda

Durante las veinticuatro horas de cada uno de los días de muchas semanas, en el que podría ser el parque más céntrico de la capital, casi cuarenta variedades distintas de rosas muestran su profusión de colores.

Por si quiere llamar a cada una por su nombre, los adjuntamos en las imágenes que acompañan a estas líneas. Cada variedad de rosa con su denominación. Sí, ha visto bien. Edith Piaf tiene un sitio ahí, lo mismo que Elvis, Paco Rabanne o Botero. Caprichos de quienes las crearon, que decidieron llamarlas así. ¿Las amarillas tan bonitas? ¿Cuáles? Porque pueden ser las Michelangelo, las Rimosa o las Nicolas Hulot....

Y sí, hay una específica para la ciudad de Logroño, la Rosa del Camino, cuyo origen hay que buscarlo hace un par de décadas. Si en 2003 ya se venía rumiando la idea de contar con una rosa específica para la capital, la oportunidad surgió cuando el riojano Moisés Ponce de León, profesor de la Universidad de Rennes, en la Bretaña francesa, consiguió implicar en el asunto al creador de rosas francés Michael Adam.

De las distintas opciones ofrecidas por este, se eligió la finalmente registrada como tal por su belleza, perfume y buen comportamiento respecto a las enfermedades, recuerdan aún en la Unidad de Medio Ambiente del Consistorio logroñés. La concesión total de la marca por la oficina española de patentes y marcas se produjo el 13 de enero de 2010.

Ese mismo año se estaba remodelando la rosaleda en la que finalmente se luce, la del Espolón, -aunque también puede verse en otros sitios, como la estatua del Labrador, el pozo Cubillas o La Grajera-, la más importante por su valor histórico y ornamental, de principios del siglo XX y de canones clásicos conarriates geométricos, señalan en Medio Ambiente también.

Los dos parterres en los que está dividida la rosaleda exhiben las cerca de cuarenta variedades, muchas premiadas en concursos internacionales, a modo de veinte y veinte.

Y cada una de las partes de este espacio, conocido también como 'las ranitas' a cuenta de las fuentes de Joaquín Lucarini que lucen allí mismo, se dedica a los obtentores de rosas -hibridadores de nuevas variedades-, el mencionado Michel Adam, Meilland y Ferrer.

Para ver las flores, reconocerlas y disfrutarlas hay asientos, más bien bancos de piedra, en primera fila, con vistas además a las citadas fuentes. Siempre hay hueco. Hoy, atajamos y las enseñamos desde aquí para que puedan verlas desde su teléfono, desde su tablet, desde su dispositivo habitual.

Y si esta es la más céntrica y la más accesible, además de la de mayor valor histórico, la mayor rosaleda de la ciudad, con más de 240 variedades, se encuentra en el parque municipal de jardinería, en el barrio de Valdegastea, visitable el fin de semana que viene a cuenta de la celebración de la Semana del Arbolado previa petición de cita -610 765 691-.

Allí pueden verse rosales antiguos y modernos, así como variedades que destacan por alguna particularidad o por su importancia histórica.

En total, en el conjunto de la ciudad, cerca de 10.770 metros cuadrados de superficie, algo más del 11% de la masa arbustiva de la ciudad, está cubierta por rosales.

Y ello porque su gran diversidad los hace adecuados a muchas situaciones y, así, caben en jardineras, como trepadoras en pérgolas o muros, en taludes inclinados, aislados o agrupadas en arriates, señalan los servicios técnicos municipales.