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Miércoles, 9 de octubre 2019, 14:46
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Los bomberos de la capital protagonizan en torno a las 1.500 intervenciones al año. Este 2019 ya van 1.114, de las que aproximadamente el 25% son en otras localidades de La Rioja porque, además, es un parque comarcal a través de un convenio con la Comunidad Autónoma que cada ejercicio, hasta ahora, se viene aprobando prácticamente el último día posible del año por 600.000 euros pese a que se desconoce el coste efectivo del servicio que se presta. Se está en ello, decía ayer la concejal del área.
Del total de actuaciones, cerca de la mitad, unas setecientas, son salvamentos y rescates y unos quinientos son incendios. Las intervenciones que más han aumentado, de tal forma que se han triplicado en los últimos diez años y superan ya las 120, han sido las aperturas urgentes de puertas a cuenta, por ejemplo, de mayores que se han caído y se encuentran atrapados o de personas fallecidas, incluso alguien que tiene la cocina encendida y ello supone un riesgo... Recordaba el jefe de bomberos el caso de una señora hace nada. Y en esta estadística no entran los casos de llaves olvidadas. Eso no son urgencias.
La retirada de avispas y abejas también ha crecido de forma notable. Y estamos en octubre, ya fuera de temporada, y se siguen encontrando. Una forma de afección del cambio climático a los bomberos.
Hay menos accidentes de coches y con mejores vehículos por lo que las excarcelaciones de atrapados se han reducido. Aunque los bomberos de Logroño no son bomberos forestales, que sí tiene la Comunidad, sí participan en casos de fuego en vegetación. Las pelusas en la zona del Ebro les han supuesto hasta cinco y seis salidas en una sola tarde. En los incendios en viviendas, que pasan de largo el centenar, se encuentran extractores de humo de por medio en cerca de setenta casos.
Las acciones referidas a la prevención están en vías de recuperación. Venían a constituir unas doscientas al año. Estos últimos años, más complicados, se fueron dejando. «Se están retomando», contó Bazo.
«Todo no se puede», pero poco a poco, «las necesidades van cubriéndose», indicó Eva Tobías, quien ha recordado que en agosto se incorporó un bombero y en septiembre una técnica de extinción.
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