2021 registra 67 atropellos, los mismos que todo el año del confinamiento, frente a los 111 del 2019
El Ayuntamiento y la Policía Local insisten en que reducir la velocidad es clave para aminorar la accidentabilidad
Reducir la velocidad. Ese es el mensaje que desde hace tiempo vienen repitiendo Ayuntamiento y Policía Local de Logroño. No en vano, la velocidad es uno de los factores que influyen especialmente en los accidentes de tráfico, pero sobre todo en la gravedad de las lesiones de las víctimas que resultan de los mismos.
2021 ha traído consigo la 'Ciudad 30', lo que unido a otras actuaciones en pro de la pacificación y el calmado del tráfico, se está viendo traducido en una menor accidentabilidad. «Todo cuenta», dicen desde ambas partes.
Al respecto, aparecen los datos de atropellos. Así, en Logroño se habían registrado un total de 67 atropellos hasta el pasado 20 de noviembre –si bien desde entonces se ha sumado alguno más–, los mismos que todo el 2020 del confinamiento y frente a los 111 de 2019.
«Cuando alguna persona de uno de los colectivos vulnerables, especialmente peatón, solo por salir a la calle resulta atropellado, debería considerarse más que un accidente de tráfico... Siempre digo que es algo inaceptable», apunta el concejal delegado del ramo, Jaime Caballero, quien destaca lo hecho a fin de dotar de mayor tranquilidad a quien se desplaza a pie con cada vez más y mejores itinerarios seguros.
Con Consistorio capitalino y Jefatura Provincial de Tráfico abogando por seguir con las reformas urbanas a modo de lo ejecutado en 'Calles Abiertas', Caballero destaca los esfuerzos que se están haciendo tanto en lo que a la transformación del viario se refiere como en las políticas de información y concienciación, amén de lo que se ha avanzado en materia normativa o de legislación.
«Ser buen conductor no consiste en tener unas habilidades especiales en el uso del volante, sino en ser conscientes de que tenemos que respetar los derechos de los demás, y eso se consigue cumpliendo con las normas de tráfico», recuerda al respecto Pedro Merino, inspector de la Policía, quien cree que «Logroño ha pisado el freno» y advierte de que el reto, a día de hoy, es no volver a la conducción prepandemia.
