San Antón, la zona anticrisis
La calle logroñesa y su perperdicular, García Morato, viven en continuo movimiento con la apertura de numerosos locales comerciales en los últimos meses
Belén Martínez-Zaporta
Jueves, 1 de mayo 2014, 21:28
Es la calle de las tentaciones. En Logroño, los amantes del bullicio y los admiradores de la moda la adoran. Es San Antón. En los últimos meses, quienes pasan a diario por esta vía logroñesa y su perpendicular, García Morato, han podido comprobar como han levantado la persiana nuevos negocios, otros han llegado desde distintas zonas de la ciudad o estas dos vías han sido elegidas como el lugar más adecuado por quienes han aterrizado en la capital riojana desde otros núcleos urbanos.
Este cogollo comercial tiene una característica concreta hoy de la que no disfrutan otras zonas de la ciudad: sus locales vacíos encuentran 'novio' en tiempo récord.
Con movimiento
Los representantes del grupo Inditex (Zara, Zara Home, Bershka, Pull & Bear, Oysho y Massimo Dutti) ejercen una corriente de atracción hacia otros negocios. Así lo comentan sus compañeros de calle. "Rituals cuando busca un local para establecerse en una ciudad lo hace en la zona más fuerte, suele elegir un sitio movido, donde se encuentre Inditex, en el que la gente sale a comprar", explica la encargada de esta tienda en Logroño, Edurne San Millán.
Rituals vive el día a día de San Antón en el espacio en el durante años hubo una peletería. "A no ser que llueva y haga frío la gente que pasa por aquí se detiene", explica San Millán mientras la rodean los aromas de este nuevo concepto de perfumería en el que se recrean olores, se difrutan infusiones y se prueban los productos in situ y con mucha delicadeza. "La gente, por ejemplo, viene a mirar ropa, pero ya está predispuesta a comprar otro tipo de productos", explica. Lo cierto es que en esta calle las perfumerías If y Bodybell también existen como ejemplo del sector. Bodybell ocupó rápidamente el espacio de Musgo, que desapareció en el 2011 de un día para otro de Logroño y España, donde tenía una treintena de tiendas.
Sin interferencias
"Esta calle me parecía muy buena, en los últimos años se han abierto ocho o nueve comercios", dice Cristina López de Baró, dueña de la zapatería Trece Marmotas. Mientras lo explica puede verse a través del escaparate un nuevo inquilino en García Morato, una tienda de ropa de mujer que ha dejado la calle Santa Isabel. A su lado está Yomine. Llegó de la mano de los diseñadores Natalia Magaña y David López desde Zaragoza y aunque abrió antes de Navidad, la inauguración oficial fue al terminar las fiestas: ahora es un comercio ya consolidado en la zona.
Sus promotores eligieron este local por la ubicación y pensando en mostrar sus creaciones de joyería en plata y piedras naturales en un escaparate muy abierto al público sin interferencias. En Madrid, por ejemplo, están en Velázquez. "Esta es una calle peatonal, en la que pasea la gente para mirar, cerca de grandes franquicias, que está de moda", detalla Magaña. Los dos lo decidieron así, como su nombre que viene de Tu Me Mi Conmigo, "nosotros lo hacemos todo", dice sonriendo.
Vamos concluyendo el paseo mientras nos acercamos a la esquina de San Antón con Pérez Galdós encontramos Sol y Sol. Ha llegado desde Gran Vía. Se estableció antes de terminar el año, a final de noviembre. Ocuparon la mitad del local de la esquina, lo que les ofrece la posibilidad de estar rodeados de las grandes cristaleras de los escaparates en los que lucen su alta bisutería y esta primavera son protagonistas guantes de fiesta, tocados para boda, bolsos de piel de capricho..."La gran demanda y la necesidad de dar más espacio a la exposición de los artículos" fueron varias de las razones que estimularon su cambio de ubicación. "La gente viene a esta calle con más actitud de compra, Gran Vía también es una zona en la que se pasea mucho", reflexiona Sara Íñiguez. Lo cierto es que en el caso contrario está Intimissimi, que se trasladó a los soportales de Gran Vía.
Un detalle
Íñiguez nos regala un consejo sobre los complementos si tenemos que ir de compras ese fin de semana: una mujer no puede fallar con unos pendientes y un bolso de piel, que dice mucho sobre un conjunto. Para los hombres, un foulard es un acierto si está bien escogido.
En Logroño hay comercio donde elegir. Numerosas zonas comerciales salen al encuentro de su clientela y, como demuestra San Antón y su entorno, con éxito incluso en momentos complicados.