Fervor y tradición en las calles
Cientos de devotos han participan en las procesiones de las Siete Palabras, Jesús Camino del Calvario y del Sagrado momento de la Pasión
europa press
Viernes, 18 de abril 2014, 11:29
La Semana Santa riojana sigue avanzado. El espíritu de estas fechas se van poco a poco acrecentando e invadiendo más rincones. El miércoles las celebraciones religiosas salieron del entramado de calles del Casco Antiguo de Logroño y se dejaron sentir también en el centro de la capital riojana y ya este Jueves Santo han tomado literalmente el centro de la ciudad. En medio del medio fervor y la tradición cientos de files han seguido las procesiones del Cristo de las Siete Palabras, de Jesús Camino del Calvario, del Sagrado momento de la Pasión y el Vía Crucis Penitencial de la Piedad.
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Procesión del Cristo del Calvario
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Via Crucis de La Piedad
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Paso a paso
Uno de los momentos más intensos se vivió en la noche del miércoles con la gran procesión del Encuentro, organizada por la Hermandad de Cofradías de Logroño.
También por la mañana los fieles cumplieron con una de las tradiciones más arraigadas: centenares de logroñeses, entre ellos muchos niños, acudieron este miércoles a la Concatedral de Santa María de La Redonda de Logroño, para cumplir con la tradición de la Limpieza y Veneración del Cristo del Santo Sepulcro, que se llevó a cabo a mediodía.
Al acto acudieron, entre otros, el presidente de La Rioja, Pedro Sanz; la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra; y el presidente del Parlamento regional, José Ignacio Ceniceros, acompañados por diversos cargos tanto del Ejecutivo riojano como del Consistorio logroñés.
En el momento exacto en el que las campanadas del mediodía sonaban desde las torres de la Concatedral, en una Capilla de los Angeles abarrotada en medio de un silencio emocionado, se ha dado la orden de extraer al Cristo de la urna donde se guarda durante todo el año, ya que nada más sale de ella para este acto tan arraigado en las costumbres de la Semana Santa de la capital riojana.
Tras su extracción con todo cuidado, la talla del Cristo yacente fue depositada en un pequeño altar sobre cojines negros bordados en dorado. Después de una lectura del Evangelio y una breve alocución del sacerdote encargado de dirigir el acto, las primeras personas en realizar el 'besapiés' de la talla han sido las autoridades.
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Desfile de ciudadanos
Acto seguido, se abrieron las puertas de la Capilla a los cientos de logroñeses que, desde mucho antes de que diera comienzo el acto, ya aguardaban su turno para pasar ante el Cristo, una talla donada en 1694 a la ciudad por el capitán Gabriel de Unsain, regidor perpetuo de Logroño y familiar del Santo Oficio de la Inquisición.
Desde ese momento, según marca la tradición, comenzaron a desfilar los ciudadanos quienes, además de besar o tocar la imagen, suelen pasar diversos objetos por el Cristo, como pañuelos, llaves y joyas, y acercan a bebés de corta edad, de los que, en esta ocasión, había un cuantioso número.
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El acto se desarrolló a lo largo de unas dos horas, para luego, devolver de nuevo la talla del Cristo yacente a su urna. Con ella, la imagen cerrarará la procesión del Santo Entierro de Logroño, el próximo Viernes Santo, como es tradición.
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