Con el final de la temporada de verano este fin de semana, las aerolíneas ponen en marcha su campaña de vuelos de invierno –hasta marzo–, ... pero en el aeropuerto de Logroño-Agoncillo, con solo un trayecto regular, habrá que conformarse con otro tipo de novedades, en este caso el cambio de la aeronave que enlaza con el Adolfo Suárez-Madrid Barajas. Tras 19 años y medio realizando este viaje –se estrenó, según datos de la compañía Air Nostrum que cubre este servicio, el 10 de abril de 2006–, el modelo CRJ-200 se jubila este viernes con el vuelo que tiene previsto despegar desde la pista riojana a las ocho de la tarde. Y una hora después, en principio, llegará a la capital de España.
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Pero el domingo el avión que aterrice en Agoncillo será distinto, un ATR 72-600 más moderno, con dos motores turbohélice, con menor consumo de combustible y también menor velocidad. De hecho, si el trayecto actual está previsto en una hora, con la nueva aeronave se tardará entre 15 y 20 minutos más, según las planificaciones oficiales. Así, el vuelo que sale este viernes las 7.30 horas llegará a Barajas a las 8.30 y el lunes aterrizará a las 8.50. Esa demora también sucederá en el sentiro inverso Madrid-Agoncillo.
video.El modelo que se podrá ver ya en el aeródromo riojano a diario tiene una longitud muy similar al anterior, en torno a 27 metros, pero la envergadura del ATR es superior –27 metros frente a 21–. Este avión se desarrolló extendiendo el fuselaje del modelo ATR 42 con el objetivo de responder a la creciente demanda de los operadores para tener aeronaves regionales con mayor capacidad. De hecho, el número de butacas se amplía desde las 50 del CRJ-200 a las 72. Este incremento también puede repercutir en «precios más competitivos», admiten desde la compañía franquiciada de Iberia, ya que «habrá más posibilidades de encontrar distintos tipos de billete».
La nueva aeronave que cubrirá la ruta Logroño-Madrid se ha fabricado en las instalaciones de ATR en Toulouse, empresa participada por el grupo francés Airbus y la firma italiana Leonardo. Air Nostrum tiene seis unidades de esta flota de turbohélices que actualmente hacen rutas entre las islas de Baleares y conectan también aeropuertos como Badajoz, Melilla o incluso Valencia con Madrid. Mientras que del CRJ-200 quedan aún tres aviones en servicio que hoy se despiden de los cielos: el que partirá de Agoncillo a las 20.00 horas, el de la ruta Bilbao-Santiago de Compostela y el que cubrirá un vuelo chárter.
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Casi el 70% de pasajeros
Este modelo a punto de desaparecer tiene un alcance –la distancia que puede recorrer un avión sin repostar– de casi el doble que el ATR 72-600, más de 3.000 kilómetros frente a 1.500 o 1.700, y fue el primer reactor de pasajeros de 50 plazas, que lo convirtió en idóneo para las rutas de medio radio. Fabricado por Bombardier, entró en servicio hace 28 años y Air Nostrum llegó a tener 48 unidades. Para la franquicia de Iberia «han completado casi un millón de horas de vuelo y han transportado a más de 27 millones de pasajeros».
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Varias decenas de miles de esos clientes son los que han utilizado este avión que hoy se jubila para su vuelo Logroño-Madrid, que por ejemplo el año pasado movió 14.954 viajeros –más del 80% del total– y en lo que va de este 2025, hasta septiembre, ya ha trasladado a 11.379 personas, casi un 70%. Este vuelo regular, sin embargo, no está exento de incidencias y en septiembre por ejemplo tuvo una de las últimas cuando el avión aterrizaba en La Rioja un martes por la mañana en lugar de un lunes por la noche.
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«El índice de regularidad de este vuelo es del 97%, pero se oye más al otro 3%», confesaba el director del aeropuerto en una entrevista concedida en marzo a este periódico. Aunque en los primeros meses del año hubo al menos una incidencia cada mes. El último lunes de enero se canceló el vuelo Madrid-Logroño y los viajeros llegaron en autobús a la capital riojana a las 4.30 horas de la madrugada, con un retraso de seis horas y media; en febrero el viaje a Barajas no pudo hacerse porque la noche anterior el CRJ-200 tuvo que aterrizar en Pamplona y los pasajeros tuvieron que ir en autobús a la capital navarra para tomar el vuelo; y en marzo y en abril se cancelaron sendos servicios de Madrid a Logroño, en un caso con aterrizaje en Loiu y en otro con regreso en autocar a la terminal de Agoncillo.
El contrato para volar a Barcelona y el interés de Air Nostrum
Al proceso de licitación del contrato de dos o tres vuelos semanales a Barcelona desde el aeropuerto de Logroño-Agoncillo que ha lanzado el Gobierno podría presentarse Air Nostrum, que también opera el servicio a Madrid.«Puede ser de nuestro interés», admiten portavoces de la compañía franquiciada de Iberia. Hay plazo hasta mediados de noviembre para presentar ofertas para un contrato que arrancará el 1 de enero de 2026 y finalizará el 31 de diciembre de 2027. El presupuesto para estos dos años asciende a 2,77 millones de euros. El avión previsto para este vuelo es el CRJ-1000 con un centenar de asientos.
La actividad en el aeródromo riojano, que hasta septiembre acumula un 19% más de pasajeros que el año anterior y es de prever que cierre 2025 con más de 20.000 –algo que no sucedía desde 2018– se incrementará en el puente de diciembre con los dos chárter programados del viernes 5 al lunes 8. Los destinos de estos vuelos directos, aún con plazas libres, son Berlín y Londres, precisamente el destino al que aspira tener un servicio regular el Gobierno regional y cuyo concurso quedó desierto en septiembre.
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