La vendimia trajo finalmente 420 millones de kilos de uva

No es precisamente cantidad de vino lo que necesita en estos momentos Rioja, con una ratio (relación entre existencias y ventas) que cada vez está más lejos de ajustarse al equilibrio.

De hecho, la preocupación continúa instalada en el sector porque las ventas de vino se están viniendo abajo desde el segundo semestre del año (en tasa acumulada suben únicamente el 1,63% hasta octubre) y, tal y como reconocía el director general del Consejo Regulador, José Luis Lapuente, en una entrevista con Diario LA RIOJA este fin de semana, la estimación actual para finales de año es cerrar el ejercicio plano o incluso ligeramente en negativo.

La situación para el sector del vino no es buena tampoco en otras zonas europeas. En este sentido, en Burdeos, viticultores de la zona han protagonizado manifestaciones para reclamar el arranque incentivado de viñedo, con 10.000 euros por hectárea, ante el desplome de los precios que están recibiendo por las uvas y el vino, algo que ya no contempla la normativa europea.

Los viticultores de una de las regiones más prestigiosas de Francia consideran que habría que arrancar entre 10.000 y 15.000 hectáreas de viña, en torno al 10 % del total, para equilibrar la oferta y la demanda, en una situación de crisis provocada por la fuerte competencia, el descenso del consumo de vino en Francia y, también, por el hundimiento de las ventas en el mercado chino.

Se da la paradoja de que las grandes marcas bordelesas de prestigio no se están viendo afectadas por la crisis, pero sí los vinos de menor precio. En este sentido, la cotización del litro de vino a granel estaría por debajo del euro, con lo que las cuentas no salen a los productores.