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Carlos Vidal junto al letrado del Parlamento ayer al inicio de su comparecencia. :: juan marín
URNAS CON ACENTO ALEMÁN

URNAS CON ACENTO ALEMÁN

El catedrático de la UNED Carlos Vidal juzga «irrelevante» bajar el umbral electoral al 3% con 33 diputados e invita a «explorar» que La Rioja deje de ser un distrito único

TERI SÁENZ* esaenz@diariolarioja.com

LOGROÑO.

Martes, 15 de mayo 2018, 00:42

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Disminuir la barrera de entrada al Parlamento de La Rioja del 5% actual de los votos a un virtual 3% para que un partido obtenga representación sería «irrelevante» si el número de diputados en disputa continúa siendo 33. «No tendría una influencia decisiva en el reparto, sino más bien un efecto psicológico», afirmó ayer ante comisión de la Cámara regional que analiza una futura reforma de la Ley Electoral autonómica el catedrático de Derecho Constitucional de la UNED y uno de los mayores expertos del país en la materia, Carlos Vidal, quien tampoco negó la posibilidad de, como ha venido planteándose en el mismo foro, menguar el tamaño del hemiciclo riojano a 25 señorías. «Hacerlo así sería una cuestión estrictamente política», aportó desde la premisa de que cualquier modificación debería guardar un equilibrio entre la «justicia» de la proporcionalidad y la «eficiencia» de favorecer la gobernabilidad.

El también miembro de la Junta Electoral Central agregó que una virtual reducción de la cifra de diputados en La Rioja no encontraría obstáculos jurídicos. Y como muestra, la rebaja de 49 a 33 parlamentarios que se operó en la asamblea de Castilla-La Mancha y que ha contado con el aval del Tribunal Constitucional. «Técnicamente es posible y es un asunto que se puede discutir políticamente», abundó.

El modelo alemán

LA FRASE Carlos Vidal Catedrático de la UNED «Reducir el número de diputados es una cuestión posible técnicamente, pero estrictamente política»

Partiendo asimismo de que La ley D'Hondt aporta un razonable nivel de proporcionalidad y no sería por lo tanto imprescindible poner el foco sobre su cambio, Vidal se mostró defensor del sistema alemán de elección, con una papeleta dividida en dos donde en una parte el elector se decanta por una candidatura y en la otra por un candidato concreto perfilando con ambas en función de la mayorías obtenidas la composición de la Cámara. «Por un lado supone una costumbre saludable en el funcionamiento de los partidos y, por otra, involucra más a la ciudadanía en la elección de sus representados», razonó. Todo ello, implementando algún tipo de mecanismo corrector para preservar la paridad.

El catedrático introdujo en su intervención un debate sobre el que hasta ahora no habían aterrizado en profundidad el resto de comparecientes: el tipo de circunscripción. Según explicó, el hecho de que La Rioja sea un distrito único podría colisionar con artículo 152.1 de la Constitución referido a la necesidad de asegurar la representación de todas las zonas del territorio. Vidal invitó aquí a «explorar» una división de la circunscripción. «Es complejo pero viable», sostuvo proponiendo la opción de que sea la Junta Electoral de La Rioja quien elabore una propuesta al respecto en función de criterios geográficos o de otra índole que podría combinarse, al mismo tiempo, con la elección de un número de diputados mediante esta fórmula y el resto de manera global para evitar cualquier atisbo de desproporcionalidad.

En su análisis de los múltiples aspectos implicados en la Ley Electoral, dudó de las listas abiertas como en el Senado - «sólo el 3% de los electorales aprovecha ahí esta opción», recordó- y se mostró favorable tanto a un envío de papeletas conjunto sin negar la libertad de los partidos a remitir su propia propaganda como de la figura de diputado sustituto temporal, que debería definirse «con mucha finura jurídica».

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