«Me tocó vivir la etapa más bonita del Logroñés»

Llega diciendo 'Qué bien os veo', un saludo muy de Tomás Santos. Además, ha hecho copias de una foto en la que aparece con un buen grupo de redactores del periódico del año 92 en la que todos lucen estupendos y las reparte a quienes quedan. Algunos, como Ignacio Esarte o Esperanza Martínez Zaporta nos han dejado hace poco. Jerónimo Jiménez y Eduardo Gómez, que también están, nos faltan desde hace más.

Pese al mobiliario y los ordenadores, diferentes a los que él usaba cuando formaba parte de la sección de Deportes de Diario LA RIOJA, siente que la redacción es la misma, dice. Y se acuerda de la gente maja con la que trabajó, incluido el personal de talleres. «Había un grupo... los Terroba y compañía...».

El paso de Tomás Santos por la sección de Deportes del Diario tuvo dos etapas que alcanzarán a sumar treinta años, recuerda él: una durante la dirección de Francisco Martín Losa –1977-1991– y después otra ya durante la de José María Esteban –1991-2003–, de columnista, con su Gol Sur, que figuraba junto al Gol Norte de Felipe Royo. Menciona que, a su llegada, escribió de baloncesto, luego de otros deportes y, por fin, de fútbol y del Logroñés. «Era el titular del Logroñés preferido por la juventud», cuenta él.

Su vida consistió, durante muchos años, en trabajar en el Banco Popular y, después, en el periódico. En lo que al diario se refiere, primero por amor al arte y luego ya de forma remunerada.

Los ascensos del equipo blanquirrojo –el de 2B fue la temporada 1978-79; el de 2ª, en la de 1983-84 y a 1ª se llegó en la de 1986-87– los tiene almacenados en la memoria como momentos especialmente emocionantes y, por el ambiente de aquella etapa, se fija más en los años en los que se fraguó el paso de 2B a 2ª. «Me tocó vivir la etapa más bonita del Logroñés. Fueron años muy intensos» que disfrutó junto a José Manuel Fernández, Toño del Río, Felipe Royo... menciona él.

Refiere cómo los desplazamientos, cuando el equipo jugaba fuera, los hacían por su cuenta. De los viajes de cuando el equipo estaba en 2B señala que Herce, el fotógrafo, les dejaba una cámara que a ellos les parecía «de chocolate, ruinosa, con esparadrapos...», bromea. «Lo pasábamos muy bien. Comíamos por ahí, hicimos algún exceso y nos cortaron el grifo, aunque tampoco es que el grifo diera mucha agua».

Los jueves se reunían en el ambigú de la plaza de toros entre diez y doce personas y, cuando cesaron al entrenador blanquirrojo, Delfín Álvarez, invitaron un día al nuevo, Koldo Aguirre, y Eduardo Gómez, uno de los habituales a aquellas sesiones, «le dio una palmada en la espalda y le dijo que le íbamos a dar la alineación», se ríe él, más aún recordando la cara que se le quedó al vizcaíno. Tantas anécdotas..., señala él.

Y comenta cómo, además, con autorización del periódico, sacaba cada semana la publicación El Forofo, así como un especial al final de cada temporada futbolística, pero también que entre una etapa y otra en el diario fue consejero de RTVE y, en otro momento, presidente de la Asociación de la Prensa Deportiva. Al final, llegó a la Alcaldía entre 2007 y 2011 y la relación con el diario fue otra. Él destaca que de esa etapa sacó un cariño especial y un respeto que nota en los logroñeses. Los que también conserva en esta casa.