El Supremo absuelve al condenado a 19 años por supuestos abusos a dos niñas en Arrúbal
El alto tribunal comunicó el martes la decisión a la Audiencia Provincial de Logroño, que ordenó la inmediata puesta en libertad de Miguel Muñoz Herranz
El Tribunal Supremo ha tumbado la sentencia de la Audiencia Provincial de Logroño y absuelve a Miguel Muñoz Herranz de los delitos de abusos ... sexuales cometidos en Arrúbal contra dos niñas por los que fue condenado el pasado mes de junio.
De momento, el alto tribunal sólo ha comunicado el resultado de la deliberación del recurso que el propio condenado presentó en casación, pero para conocer los pormenores de la decisión habrá que esperar hasta la sentencia que redacta en estos momentos la sala segunda del alto tribunal.
En la misma comunicación, el Supremo asegura que pone en comunicación el resultado de la mencionada deliberación por si hubiera medidas cautelares y puesto que Miguel Muñoz, representado por el abogado Juan Gonzalo Ospina, se encontraba en prisión, el mismo martes la Audiencia Provincial ordenó su inmediata puesta en libertad.
En la sentencia de junio del 2018 que ahora se echa por tierra, Miguel Muñoz, ya en libertad, fue condenado por dos delitos de abusos sexuales cometidos sobre menores de 13 años a 19 años de prisión (8 años y medio por cada uno de ellos) a 10 años de alejamiento de las menores y de prohibición de acudir a Arrúbal, 5 años tras la extinción de la pena y participación en programas de educación sexual. Además de una indemnización de 6.000 euros a cada una de ellas.
Durante el juicio, celebrado en varias jornadas en mayo del 2018, el condenado defendió en todo momento su inocencia y aseguró que la denuncia obedecía a un complot de su exmujer. Desde que en el 2013 inició los trámites de separación, según su versión, su expareja urdió un complejo plan para «obtener un trato preferencial en el divorcio», de ahí la denuncia por abusos como otra por malos tratos que fue archivada «ante la flagrante atipicidad de los hechos denunciados».
Las dos denuncias, según sostuvo, se registraron en apenas una semana y después de que le informara a su expareja de la decisión de solicitar la custodia de los hijos que tienen en común. Sobre los hechos que le imputaban, detalló que el día en cuestión, el 20 de junio del 2013, se encontraba jugando en las piscinas municipales de la localidad de Arrúbal con una decena de menores de entre 5 y 12 años, entre los que se encontraban sus dos hijos. Tras cerca de 40 minutos, regresó junto al resto de padres con los que compartió velada hasta la madrugada. Durante ese tiempo, recordó, «una de las denunciantes se acercó a su madre sin que le trasladara ningún hecho inusual».Al día siguiente, el grupo de amigos, él incluido, volvió a compartir velada sin que nadie mencionara ningún incidente.
En el fallo condenatorio, la Audiencia sostenía que el condenado «guiado por el ánimo de satisfacer sus deseos sexuales» y con el pretexto de ayudarles a contar hasta treinta, consiguió quedarse a solas con cada una de las dos menores mientras que el resto de niños –entre los que se encontraban al menos uno de sus hijos– se escondía. «Una vez a solas y ocultos tras un pabellón de las instalaciones, Muñoz les dijo que cerraran los ojos y abrieran la boca indicándoles que les iba a introducir un dedo en la boca, que tenían que adivinar cuál era y que si no lo adivinaban debían seguir contando». En ese momento, el condenado les habría introducido el pene en la boca. Una de ellas, tras sufrir una nausea, «abrió los ojos y vio cómo el procesado se subía el pantalón». Poco después, señalaba el fallo, salió corriendo enfadada hacia sus padres y a continuación surgió el agresor de detrás del pabellón.
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