Un posible abuso sexual de una alumna en Escolapias acaba con el suicidio del presunto autor

Los hechos tuvieron lugar el pasado 20 de octubre, pero no han trascendido hasta ahora. Era miércoles y en apenas unas horas -el tiempo que transcurrió desde la entrada de los alumnos del colegio Inmaculado Corazón de María (Escolapias) y la salida de los primeros estudiantes (poco antes de las 14 horas)- el centro educativo logroñés quedó en estado de shock. Aquella mañana, según ha podido confirmar este periódico, una alumna menor de edad trasladó a los responsables educativos que un trabajador de Escolapias (que no tenía responsabilidades docentes) habría abusado sexualmente de ella.

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Apenas unas horas después, al centro llegó la notificación de que el presunto responsable de la supuesta agresión -el trabajador al que habría identificado la alumna- había aparecido muerto en el interior de su vehículo en una de las carreteras interiores del polígono La Variante de Lardero. A las 14.30 horas de aquel miércoles varias patrullas de la Policía Local de Logroño se acercaban hasta la institución educativa para informar sobre lo sucedido. Un día después, a través de las redes sociales, Escolapias confirmaba la muerte del empleado.

¿Qué sucedió durante aquellas escasas cinco horas? Según la información que ha trascendido y que ha podido confirmar este periódico a través de diferentes fuentes, una alumna, que es menor de edad, informaba a una de sus profesoras de que el trabajador habría abusado sexualmente de ella en las dependencias del centro.

En ese momento, los responsables del colegio activaron el protocolo establecido para hacer frente a este tipo de casos. Así, además de informar a la familia de la menor, los presuntos hechos fueron trasladados tanto a la Fiscalía de Menores como a la Consejería de Educación -desde el Ejecutivo regional defendieron este lunes que se actuó correctamente desde el primer momento aplicando conjuntamente con Escolapias las medidas previstas en el protocolo frente al abuso sexual- para que instruyeran los expedientes correspondientes y realizaran las oportunas diligencias. De igual manera, la dirección del centro educativo llamaba al trabajador señalado como presunto agresor por la estudiante para comunicarle que, de manera temporal, quedaba «dispensado» de seguir acudiendo a su puesto de trabajo en el colegio.

Poco después de ser apartado de su empleo fue cuando se perdió la pista del trabajador, que ya no fue visto en el horario de salida del centro. Fuentes próximas al caso informaron de que su familia alertó de su ausencia al colegio. Tras una búsqueda, era localizado sin vida en el interior de su turismo en una zona industrial de Lardero. Fuentes policiales confirmaron a este periódico que se trató de un suicidio. De igual manera, desde el Cuerpo Nacional de Policía confirmaban este lunes a este periódico que en la Jefatura de Logroño no constaba denuncia alguna contra el presunto agresor. El rápido desenlace de los acontecimientos (la muerte del posible agresor deja al presunto delito sin autor al que investigar) habría llevado a la familia a no presentar denuncia alguna.

Desde el centro educativo logroñés se limitaban en la tarde de este lunes a reconocer que se están viviendo «momentos difíciles y dolorosos» y que «se ha actuado siguiendo los protocolos y velando por todas las partes implicadas». Fuentes próximas al centro también sostienen que en principio, después de las indagaciones realizadas y de confirmarse los hechos expuestos por la menor, se trataría de algo puntual sin visos de que otras alumnas pudieran haberse encontrado en circunstancias semejantes.