David García de la Cal
«Es una droga tremendamente peligrosa para la salud mental»Lo que desvelan las depuradoras de Logroño y Calahorra es la constatación de un problema con el que diariamente lidian en Proyecto Hombre
Lo que desvelan las depuradoras de Logroño y Calahorra es la constatación de un problema con el que diariamente lidian en Proyecto Hombre. «El consumo ... en La Rioja, País Vasco y Navarra de esta sustancia lleva tiempo siendo elevadísimo», relata David García de la Cal, director de Proyecto Hombre. Los programas de rehabilitación por consumo remarcan esto. «No podemos contrastar nuestros datos con las estadísticas del País Vasco, porque no están en nuestro sistema, sí con casi todas las demás comunidades autónomas y las comparaciones son abrumadoras. En Navarra y La Rioja es muy alto y en otras regiones apenas se percibe este consumo», sintetiza.
Así, el 'speed' se ha hecho con un nicho de mercado dentro de unas fronteras bien delimitadas. «Es una droga muy asociada a la fiesta, a la noche... Su uso es muy similar al de la cocaína pero mucho más barata [30 euros el gramo de derivado anfetamínico por 60 el de la cocaína]. Eso hace que se emplee más y que también llegue a los más jóvenes, que son los que presentan menor poder adquisitivo», recalca.
Para avalar este argumento, García de la Cal recuerda que en el programa de jóvenes de Proyecto Hombre dos de cada tres consultas que llegan se deben a consumo de THC (cannabis, hachís...), pero que el 13% llama a sus puertas con problemas derivados de las anfetaminas.
Y eso es perceptible hasta en lo físico. «El consumo de 'speed' es tremendamente peligroso para la salud mental. Se ha comprobado que un uso prolongado acaba derivando en brotes psicóticos u otros problemas de salud mental. Así que, además de los evidentes riesgos de adicción o cardiovasculares, están los cerebrales», reseña el responsable de Proyecto Hombre en La Rioja sobre una droga cuyo consumo, además, se consolida en el día a día y ya no solo en sábados o noches de fiesta.
«Aunque sus efectos de euforia se asocian a los de la cocaína, los problemas de salud mental derivados del 'speed' son mucho más graves», abunda García. Y pone un ejemplo claro: «Hemos tenido jóvenes que han venido con un problema por su consumo. No se han adherido al tratamiento, se marchan y vuelven al cabo de uno o dos años y ya no son los mismos jóvenes. Sus capacidades cognitivas se han visto reducidas, es terrible», argumenta.
Y, lo más grave, es que a los usuarios de esta droga recreativa «les cuesta verlo». «Haciendo un símil es como el fumador, que piensa que el cáncer no le va a llegar o que lo hará muy tarde. Y no es así», concluye García de la Cal.
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