«Saber leer bien afecta a la autoestima»

- Inter Europa es una entidad de acción social que nació hace 17 años. Yo había tenido una experiencia muy positiva como voluntaria en Europa. Vivo una experiencia en Francia que me cambia y me hace madurar. Cuando vuelvo me planteo que esa experiencia la tienen que vivir más jóvenes, porque es vital, y así nace Inter Europa.

- ¿También con espíritu inclusivo hacia la discapacidad?

- Sí, porque hay que dar la oportunidad de vivir estas experiencias a otras personas que lo tienen un poquito más difícil. Además, la UE siempre apuesta por programas inclusivos: en lugar de voluntariados de seis a doce meses, los adaptan a tres semanas. Y con esos parámetros montamos en su día toda la logística para que Ricardo y Jota, dos chicos con discapacidad intelectual, fueran los primeros voluntarios europeos de España. Y eran de La Rioja.

- ¿Eso enfocó su labor hacia las personas con discapacidad?

- Nos dimos cuenta de que no había espacios de ocio para las personas con discapacidad. Y empezamos a crearlos. Hemos estado quince años con estos programas de ocio educativo. En ellos ha habido teatro, cortometrajes, cocina, de todo... Y de ahí surgió la introducción de la metodología de la lectura fácil porque vimos que los chavales con discapacidad intelectual no tenían hábito lector.

- Pero ese problema no solo afecta a las personas con discapacidad.

- Cierto. Hay estudios que cifran que el 10% de la población tiene dificultades lectoras. Leer y comprender lo que leemos conlleva una conexión de neuronas en nuestro cerebro que a veces por biología, genética u otras causas no es fácil; son personas que no tienen o han perdido el hábito lector. Gente con dislexia, en grado leve o moderado, con discapacidad intelectual, personas mayores que no han tenido un hábito lector, personas que han sufrido un ictus y tienen que reaprender a hacer muchas cosas... Hay muchas personas que se pueden beneficiar de la lectura fácil.

- ¿Cómo surgió este método?

- Nació en Suecia. Allí se dieron cuenta de que las personas con dificultades lectoras no llegan a leer bien, a comprender la última parte de la frase, cuando esta es muy larga. Al ver que se quedaban con la primera parte, idearon un sistema que se adaptara a estas personas. En vez de pensar en que las personas se adapten al sistema, crearon un sistema que se adaptaba a las personas. E inventaron el sistema de lectura fácil, con un lenguaje más sencillo, que no tiene palabras muy técnicas y si las tiene, vienen explicadas.

- Y ¿existen obras expresamente escritas en el sistema de lectura fácil?

- Sí, hay adaptaciones de obras clásicas pero también hay libros inéditos porque hay escritores que tienen una sensibilidad especial. Por ejemplo, María Peralta trabajó en Inter Europa y su primer libro, 'Me llamo Mateo y tengo 20 años', es de lectura fácil. Y ahora vive de ello.

- ¿Cómo son los libros de lectura fácil?

- Se leen muy bien y eso te estimula, te motiva, te hace confiar más en ti... El otro día viví un caso muy emocionante en un club de lectura fácil en Arnedo, con un hombre que llevaba treinta años sin coger un libro porque tuvo una mala experiencia en el colegio. Después de muchos años, nos pidió llevarse un libro a casa, su mujer estaba perpleja (sonríe).

- Y servirá también como trampolín para lanzarse a leer más.

- Exacto, es lo que le ocurrió. Cuando se leyó el primer libro de lectura fácil, que lo hizo de un tirón, me contó que se había hecho socio de la Biblioteca y que ya había cogido prestado su primer libro tras treinta años.

- ¿Eso sucede a menudo?

- Claro, por eso son importantes los clubes de lectura y la figura del facilitador, el dinamizador de ese club, que tiene que entender que esas personas vienen con rechazo y miedo. Saber leer bien o no también tiene que ver con la autoestima. Estas personas suelen venir con la autoestima baja; mucha documentación de la vida diaria es leída y ellos notan que no se enteran bien porque tienen una carencia. Es muy importante que se hagan los clubes de lectura porque la persona con una dificultad lectora empieza a volver a creer en sí misma, ve que tiene esa capacidad. Lo que fallaba no era él, era el sistema que no estaba adaptado. Por eso, hay que crear un ambiente propicio para que la persona vuelva a recuperar el gusto por la lectura.

- ¿Cómo funcionan esos clubes de lectura?

- Alrededor del libro se crean muchas historias y lo que hacemos es dinamizar, acompañar con actividades complementarias, con música, con baile... Lo que sucede en la dinamización, por ejemplo con niños, es muy bonito porque es muy progresivo: hay cinco o seis sesiones en las que se lee el libro. Al principio ninguno quiere leer en voz alta, participar, pero luego se van animando y al final todos quieren leer. En un club de lectura se lo pasan tan bien, es tan divertido, que asocian leer con pasárselo bien y esa asociación les va a durar toda la vida.

- Inter Europa también se encarga de la formación de dinamizadores de lectura fácil.

- Sí. Tenemos un curso online, que forma en dinamización de lectura fácil. Pero hay que darlo a conocer, porque aún falta mucho. Es muy importante que esté en centros educativos, en entidades sociales, en escuelas de padres... Nosotros dinamizamos pero también formamos.