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Operarios tratan de reparar un fuga en la red de agua potable de Santo Domingo. :: Javier Albo
La Rioja pierde al año por fugas y averías el agua de 2.600 piscinas olímpicas

La Rioja pierde al año por fugas y averías el agua de 2.600 piscinas olímpicas

Casi dos de cada diez litros que se distribuyen en la región acaban derramándose por desperfectos en la conducción

Pío García

Logroño

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Martes, 18 de diciembre 2018, 20:45

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Imagínese una piscina olímpica estándar: esos amplios rectángulos acuáticos que Mireia Belmonte se nada en un suspiro pero que a un ciudadano cualquiera le cuesta un mundo recorrer. Miden por lo general 50 metros de largo, 25 de ancho y dos de profundidad. Ahora imagínese 2.600 piscinas de este calibre. Una tras otra. Todo ese caudal de agua es el que anualmente pierde La Rioja por fugas y averías en la red. En un par de años, podría llenarse la presa de Enciso solo con el agua derramada por diversos estropicios en las tuberías.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de publicar los últimos datos sobre suministro y saneamiento del agua, correspondientes al año 2016. La tendencia se mantiene dolorosamente estable: de los 36.170 miles de metros cúbicos suministrados a la red riojana de abastecimiento público, 6.574 se consideran «pérdidas reales», un concepto que comprende «las fugas de agua, roturas y averías en la red de distribución y acometidas». Suponen el 18,17% del total; una cifra que supera con creces al último dato registrado (4.798 miles de metros cúbicos en el 2014), pero que está en los niveles de la última década. Dos de cada diez litros que se introducen la red riojana acaban perdiéndose por el mal estado de las cañerías.

En Santo Domingo conocen bien la dimensión del problema. Este año, el municipio calceatense ha sufrido cortes y restricciones de agua por diversas averías en la conducción. El último incidente se registró hace apenas tres semanas, cuando la rotura de la tubería de conexión de la captación principal, ubicada en Santurde, dejó sin suministro a varios vecinos. Llovía sobre mojado, ya que circunstancias similares se vivieron en febrero (cuando la red se rompió en un lugar de difícil acceso), en septiembre (entonces fue un tapón)... La localidad calceatense sufre ahora en propias carnes la decrepitud de unas cañerías muy antiguas, que datan de los años setenta, y que además fueron construidas con materiales obsoletos, como el fibrocemento o el hierro fundido gris, aunque un simple vistazo al archivo demuestra que estos incidentes suceden de vez en cuando en toda La Rioja: Treviana, Alfaro, Ezcaray, Cervera, Autol, Calahorra...

En la mayoría de los casos, los municipios actúan reparando las partes dañadas y parcheando aquí y allá, pero la solución del problema (un problema acuciante en un país cada vez más seco) pasaría por una sustitución total de las cañerías. Una obra formidable que cuesta dinero y no pocas molestias. Por lo pronto, Santo Domingo ya ha licitado la nueva fase de la renovación de su red de abastecimiento por 276.795 euros.

Fuente: INE (Instituto Nacional de Estadística)

PORCENTAJE

18,17 % del agua suministrada en La Rioja se pierde por fugas y averías. Es una cifra que supera ligeramente la media española (que se queda en el 16,34%) y mucho menor de las que registran la comunidad de Madrid (el 2,76%) o el País Vasco (8,41%). Cantabria es la región con peores registros, ya que el porcentaje de fugas supera el 30%.

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