La Rioja lidera junto al País Vasco los indicadores de progreso social de UE

Algo ha cambiado en La Rioja. Para mejor. La comunidad puede presumir de su alta calidad de vida y, además, con baremos de la Unión Europea de los 27 estados miembros.

Así al menos lo constata el Índice de Progreso Social (EU Social Progress Index, EU-SPI 2.0) correspondiente al ejercicio 2024, hecho público hace unos días por la Comisión Europea, en el que el territorio riojano obtiene una puntuación de 113,5 (la media comunitaria parte de 100), que le permite escalar a la cima nacional (con un cómputo global para el país de 103), solo por detrás del País Vasco, con una nota de 113,5; y, además, situarse en un excelente puesto 66 de un ranking que recopila los datos de las 240 regiones de la UE.

El informe de las autoridades comunitarias, el tercero tras los de 2020 y 2016, hace un exhaustivo diagnóstico del desarrollo social y la calidad de vida a nivel regional más allá del mero dato del PIB (Producto Interior Bruto). De hecho, el índice computa 53 indicadores agrupados en 12 subpilares para ofrecer una fotografía de tres dimensiones claves: necesidades básicas (alimentación, atención médica, agua y saneamientos, vivienda y seguridad), bases del bienestar (educación básica, información y comunicaciones, salud y calidad medioambiental) y oportunidad (donde se valoran aspectos como la confianza en los poderes, gobernanza, libertad y elección, indicadores de sociedad inclusiva y sobre educación avanzada).

La edición de este año del EU-SPI vuelve a confirmar, según admite la propia Comisión Europea, que «el progreso social varía mucho entre las regiones de la UE, y que los países nórdicos obtienen sistemáticamente mejores resultados que los estados miembros del este y del sur». De hecho, el podio está ocupado por tres países escandinavos: Finlandia (129,6), Suecia (128,7) y Dinamarca (128,6). En el siguiente escalón, hasta completar el top ten, se sitúan Holanda (122), Irlanda (118), Austria (11,2), Estonia (113,2), Luxemburgo (112,9) y Bélgica y Alemania, ambas con 119,7. España se queda, en el puesto decimoquinto (103,3), a mitad una tabla que cierran Rumanía (63,4) y Bulgaria (60,8). Igual de evidente es la comparativa con el listado completo, con un abismo de 79,9 puntos entre la región que lo abre, la comarca finlandesa de Helsinki-Uusimaa, con una puntuación de 132,1; y la que lo remata, la búlgara Severozapaden, con solo 52,2.

En el ámbito doméstico, el estudio comunitario destinado a evaluar los puntos fuertes y débiles de cada región también dibuja con claridad esa frontera entre norte y sur. La Rioja figura con solvencia en el vagón de las privilegiadas, a cuyo frente se sitúa el País Vasco, con 113,5. Tras la comunidad foral vecina, La Rioja, con 110,3, las dos únicas que superan la barrera de los 110, en un ranking en el que les siguen las otras ocho que superan la media nacional de 103,3: Galicia (109,9), Navarra (109,5), Aragón (108,6), Asturias (107,9), Cantabria (107,8), Comunidad Valenciana (106), Madrid (105,9) y Cataluña (103,6). Tras ellas, las siete que no llegan al nivel medio, con Extremadura y Andalucía a la cola, con una puntuación de 97,3 y 95,6, respectivamente.

La Rioja, además, acumula un nuevo impulso en su vertiginosa escalada tras ascender 81 peldaños en los últimos ocho ejercicios. En el primer informe de la Comisión Europea en 2016, con 272 regiones entonces, La Rioja no pasó de la mitad de la tabla, puesto 147; en el de hace cuatro años, ya con 240 territorios regionales igual que en el actual, la comunidad se coló en el lugar 81 para auparse hoy quince más arriba, hasta el 66, donde comparte diagnósticos benignos junto a las comarcas alemanas de Hannover, Dresde o Leipzig; las francesas Bretaña y Países del Loira; la austriaca Tirol; o el área metropolitana de Lisboa, entre otras.

Según el estudio de la Comisión Europea, en el conjunto de la UE, el 60% de sus ciudadanos, aproximadamente, vive en regiones que superan la puntuación media de progreso social, aunque dicha tasa, alertan sus autores, cae en diez puntos, hasta el 50%, cuando se centra únicamente en las necesidades básicas, como son la atención sanitaria, el saneamiento y la vivienda.

Sin embargo, es precisamente en este capítulo en el que La Rioja puede sacar pecho sin pudor, ya que supera en 10,6 puntos la media comunitaria de 100 y se aúpa hasta la primera posición nacional, por encima de País Vasco (109,7) y Aragón (108,5), con una media de 100,5 en el conjunto de las comunidades, con Canarias (93,3) y Andalucía (90,1) a la cola.

Esta dimensión de necesidades básicas valora diversos componentes para fijar las fortalezas y debilidades de cada región. Pese a su buen dato nacional, la asignatura pendiente de La Rioja se aprecia en el epígrafe de nutrición y atención médica, ahí desciende al decimotercer puesto en el ámbito doméstico y, con 98,6 puntos, queda por debajo de la media estatal, 101,9 y mas lejos aún de la puntuación promedio de sus regiones pares de la UE, 104,2.

Las otras tres variables acreditan su fortaleza en esos capítulos: en el de agua y saneamiento es primera, con 112,2 puntos, en España (98,2) y supera el promedio medio de sus compañeras europeas (107,0); también en el de vivienda y condiciones dignas, 112,3, frente a la media nacional de 89,4 y de sus similares comunitarios (111), y en seguridad, aunque cae a la séptima plaza nacional con sus 120,1 puntos, supera con amplitud tanto la media estatal (113,5) y aún con más holgura la nota promedio de sus regiones pares, 97,1.

Otro de los ejes claves del Índice de Progreso Social 2024 de la UE es el que bajo la denominación de bases del bienestar analiza los indicadores que tienen que ver con la educación básica y rendimientos de escolares; además de habilidades digitales, acceso a internet y coberturas de banda ancha de alta velocidad; salud y tasas de mortalidad o esperanza de vida; y calidad medioambiental.

Quinta en el ranking nacional de bases del bienestar, con 105 puntos y casi siete sobre la media (98,2), es en el primer capítulo, el de la educación básica, en el que La Rioja muestra su principal debilidad, ya que aunque supera el promedio estatal, 75,3 frente al 71,1 del conjunto de las comunidades, queda muy lejos de la nota de sus regiones comunitarias pares, 103,7. De dicho análisis se deduce que debe mejorar sus resultados en la proporción de alumnos con bajo rendimiento en lectura, matemáticas y ciencias; en el de la proporción de población que ha completado solo el nivel secundario inferior o en la tasas de abandono escolar temprano.

No ocurre igual con los otros tres apartados. En el de información y comunicaciones, con un modesto octavo puesto obtiene una calificación de 114, un punto sobre la media (113,6) y rebasa la de las comarcas similares de la UE (109,2). En salud, con 116,7 puntos, escala hasta la tercera posición estatal (111,7) y saca más de ocho puntos al dato de su comparativa interregional en la Unión Europea. También puede presumir la comunidad de sus calificaciones en calidad medioambiental, ya que sus 114 puntos la aúpan hasta el cuarto lugar en el ranking español (99 puntos de promedio) y, a la vez, la distancian del dato medio del grupo de regiones comunitarias con el que el estudio compara a La Rioja, entre las que figuran Estonia, Bretaña, Brandeburgo, Midi Pirineos, Drente o Alta Normandía.

Es el pilar en el que las calificaciones obtienen resultados no tan brillantes, pero La Rioja también aprueba sin agobios el apartado que la Comisión Europea bautiza como pilar de oportunidad. En él, las autoridades comunitarias miden indicadores que tienen que ver con confianza y gobernanza, con libertad y elección, con sociedad inclusiva y con educación avanzada.

Respecto al primero, confianza en los poderes de la Administración entre otras variables, La Rioja suma 109,5, la quinta nota más alta de España (105,2 de media) y muy cerca del dato de sus regiones pares europeas (109,6). En la libertad y elección –que incluye opiniones sobre la libertad en las elecciones de vida, oportunidades laborales e incluso aborda la corrupción institucional– , La Rioja se ubica séptima en España, con 97,7 puntos frente a los 91,3 del conjunto estatal y los 112 del grupo de regiones similares de la UE.

Uno de los capítulos más preocupantes en otros lares, el de la sociedad inclusiva (que trata de valorar la tolerancia ante inmigrantes, minorías o miembros de la comunidad LGTBIQ+ o el respeto a la mujer, La Rioja, quinta en el ranking, supera con 123,5 puntos la media nacional (120,9) y con holgura el de sus comarcas pares comunitarias, cuyo promedio se queda con una calificación de solo 108 puntos.

En educación avanzada y formación universitaria, La Rioja, por debajo de la media nacional, 131,1 frente a los 132,9 del Estado.