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Varias personas, en una calle de Logroño. Ana Eguizábal
La Rioja crece con la inmigración

La Rioja crece con la inmigración

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Martes, 25 de junio 2019, 11:28

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La Rioja arrancó este 2019 con 313.582 habitantes, una barrera que no se había logrado superar desde el 2015 gracias a un repunte poblacional asentado sobre todo en la llegada de inmigrantes extranjeros, único remedio para compensar un nuevo saldo vegetativo negativo penalizado por la tasa de natalidad más baja de la historia de la región.

En concreto, la comunidad ganó el pasado año 698 nuevos habitantes, un 0,22% más respecto al 2017, por debajo de la media nacional (0,59%), según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), hecho público esta mañana, que añade que España también registra un crecimiento de su población residente de hasta 276.186 personas durante el año 2018, lo que sitúa la cifra total de residentes en España en 46.934.632 habitantes a 1 de enero de 2019. Con este crecimiento, el más elevado desde 2008 (cuando la población aumentó en 570.333 personas) se supera el valor histórico más alto, alcanzado en 2012.

El futuro de La Rioja pasa por la inmigración. El 2018 fue otro año demoledor para el futuro regional en lo vegetativo al perder otros 877 habitantes porque los fallecimientos (3.207) volvieron a superar a la cifra de nacidos (2.330) durante un ejercicio en el que la comunidad tocó fondo al desplomarse su tasa de natalidad hasta los 7,45 nacimientos por casa millar de habitantes, el peor dato en 44 años, desdeque en 1975 comenzó a elaborarse dicha variable estadística.

El oxígeno poblacional para esta tierra volvió a llegar de fuera gracias a los 1.585 nuevos riojanos provenientes desde fuera de España (1.406) y del resto de comunidades autónomas (179).

De Marruecos, Colombia y Venezuela

La savia nueva riojana tiene acento extranjero. El incremento poblacional regional se asentó el pasado año fuera de las fronteras nacionales, con un saldo positivo total de +1.406, afianzado especialmente en Sudamérica y África. Así pese a que los flujos migratorios fueron negativos con el conjunto de la UE (-119 habitantes) al partir más habitantes que los que llegaron a la comunidad, el resto de operaciones aritméticas se cerraron en positivo, con más entradas que salidas: 217 habitantes más provenientes del resto de países de Europa; 424 más del continente africano, sobre todo de nacionalidad marroquí (+400); 806 nuevos riojanos de origen sudamericano, en especial por los flujos de colombianos (+439) y venezolanos (+182); y +54 pakistaníes.

A La Rioja también le salieron las cuentas en el flujo de migraciones interiores, un saldo positivo de 179 habitantes más motivados por los 3.761 llegados desde otras comunidades autónomas frente a los 3.582 que optaron por buscarse su futuro en otras regiones españolas. Por origen, el mayor numero de nuevos riojanos fueron los provenientes del País Vasco, 635 personas; Navarra, 567; Castilla y León, 422; Comunidad de Madrid, 398; Andalucía, 329; Cataluña, 322; y Aragón, 256. De hecho esos mismos orígenes son también el destino preferido de aquellos que optan por dejar atrás su vida en La Rioja: 630 pusieron rumbo hacia tierras vascas y 562 hacia la cercana Navarra, con lo que en ambos casos el saldo migratorio es, aunque levemente, favorable a La Rioja, con +5 en ambos casos. También es positivo con Andalucía (329 llegadas frente a 213 partidas, +116), con Castilla y León (422 frente a 343, +79) y con Cataluña (322 frente a 314, +8). En el otro lado de la balanza, el rojo preside los saldos migratorios con la Comunidad de Madrid (398 llegadas frente a 521 salidas, -123) y con Aragón (256 frente a 281, -25).

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