La Rioja no tendrá blanca navidad tras el otoño más cálido desde el año 1961
La Aemet anuncia para los próximos días cielos despejados, aunque con posibilidad de heladas y nieblas débiles, por la permanencia de «un anticiclón dorsal de bloqueo»
Otra Navidad en La Rioja que tampoco será de postal en lo meteorológico. La nieve no hará acto de presencia en la región, ni siquiera ... en Valdezcaray, en lo que resta de año, según ha anunciado esta mañana la responsable de la Agencia Estatal de Meteorología en la comunidad (Aemet), Paloma Castro, en una comparecencia en la que ha realizado el balance del «otoño más cálido desde 1961» y ha avanzado los pronósticos de un invierno que se augura como «más cálido de lo habitual y húmedo».
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«Más que una Navidad blanca, lo que se espera es una gris Navidad, con nieblas y heladas débiles», ha destacado Paloma Castro, un pronóstico achacable a «la presencia de un anticiclón dorsal de bloqueo, que, de hecho, nos aleja una DANA que había en el norte de África». Con posibles precipitaciones, en todo caso muy débiles durante el miércoles y jueves, las temperaturas mínimas irían en los próximos días en ascenso, para volver a caer de cara al fin de semana y al día de Navidad. De hecho, la experta ha destacado que la posibilidad de nieve no se contempla ni en las cumbres de la región, ni siquiera en Valdezcaray, por la situación de inversión térmica que se registra desde hace unos días, con temperaturas frías pero propias de esta época en el valle -en la estación de la Aemet en el aeropuerto de Logroño-Agoncillo el termómetro descendió hasta -5,3 el domingo, hasta -3,2 el lunes y hasta -4,7 esta pasada madrugada- mientras el mercurio se mantenía en positivo en la sierra, con registros mínimos en los últimos días en Valdezcaray de 4,4 el domingo, 2,2 el lunes y 3,1 en la madrugada del martes al miércoles.
Así las cosas, para ver las primeras nevadas en la región habría que esperar a que avance el nuevo año, 2024. «Cuando diciembre está tranquilo, los meteorólogos tememos a enero, con lo que durante ese mes y en febrero podría llegar la nieve y las temperaturas bajo cero», ha señalado la jefa de la Aemet en La Rioja, quien también ha avanzado que el invierno, cuyo comienzo oficial será el viernes 22 de diciembre a las 4.27 horas, se espera «con una temperatura más cálida de lo normal y húmedo en precipitaciones».
Aunque todos los puertos de la red regional se encuentran abiertos y sin nieve, las nieblas y las heladas han sido protagonistas en lo que llevamos de semana. De hecho, esta mañana el Gobierno de La Rioja, a través de la Dirección General de Infraestructuras, ha activado un total de ocho equipos de vialidad invernal dedicados al tratamiento de hielo y nieve en las zonas de valle y montaña de la red autonómica de carreteras. En concreto, desde la madrugada dos equipos han trabajado en zonas de La Rioja Alta, otros dos en el Valle del Najerilla, dos más en el Camero Viejo, uno en los Valles de Ocón y Jubera, y otro más en carreteras de La Rioja Baja. Con el objetivo de evitar la formación de placas de hielo y mejorar la seguridad vial de los conductores, estos equipos han esparcido sal en 32 carreteras regionales y en algunos de sus ramales.
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Sin nieve y con temperaturas más acordes a la época del año, 2023 apunta a un año de record en lo meteorológico. «Si seguimos así, vamos a acabar este año como el más cálido de la serie histórica de la Aemet», ha señalado Paloma Castro, quien ha avanzado que al cierre de noviembre 2023 superaría ligeramente a 2022, con una temperatura media de 13,8 grados; es decir, 1,6 grados por encima de la media en el periodo de referencia 1991-2020, fijada en 12,2.
Otoño de récord
A esta efeméride ha contribuido también la estación que ahora se despide, un otoño que ha sido el más cálido desde que hay registros oficiales, en 1961. En temperaturas el valor promedio alcanzado ha sido de 14,8 grados, lo que supone una anomalía de 2,6 sobre la media histórica de 22,2. Por meses, septiembre tuvo un carácter muy cálido, con una media de 20,9 grados en Logroño-Agoncillo (+1,5); octubre fue extremadamente cálido, con 16,1 grados de temperatura media (+1,2); y noviembre, muy cálido, con 10,3 (+0,6).
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En precipitaciones, el otoño ha sido en La Rioja «extremadamente húmedo» y, con un superávit promedio de 100 litros por metro cuadrado, se sitúa como el tercero más lluvioso en la serie histórica iniciada en 1961. Septiembre fue extremadamente húmedo y promedió un 223% respecto a los valores de referencia (en Logroño-Agoncillo, 97,6 litros por metro cuadrado, 67 más, 319%); octubre fue muy húmedo (167%), con 39,6 litros en la estación de la Aemet en el aeropuerto (2,6 más, 107%); y noviembre, muy húmedo (128%), con 54,8 litros en Agoncillo (+8,2, 118%).
«Parecía que íbamos de cabeza a la sequía pero ha habido un subidón y estamos en una situación entre normal y seca; es decir, a punto de salir de la sequía», ha concluido Paloma Castro, que ha resaltado que, según embalses.net, la reserva hídrica regional asciende a 89 hectómetros cúbicos, el 46,84% de la capacidad total.
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Sigue la mejora en los embalses
La reserva hídrica regional sigue al alza. Los tres embalses que gestiona la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) se encuentran al 63,65% de su capacidad al acumular 86,485 hectómetros cúbicos de los 135,857 totales. Mansilla, Pajares y González Lacasa, que han ganado0,796 hectómetros cúbicos más en la última semana, guardan 29,377 que hace un año. El embalse de Mansilla, al 79,7% de su capacidad, cuenta con 54,011 hectómetros cúbicos; Pajares, con 13,651, está al 38,8%; y González Lacasa, al 57,2%, dispone de 18,823 hectómetros cúbicos.
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