La ola se despide en alerta roja

No por reiterativa resulta menos relevante la situación meteorológica que vive estos días La Rioja, más bien al contrario, ya que la ola de calor se está alargando más allá de lo que apuntaba las primeras previsiones y la región entrará este sábado en alerta roja, el nivel máximo. La gran mayoría de los riojanos llevan ya ocho días soportando máximas por encima de 30º, convirtiendo a este junio en el más caluroso de la historia. Este viernes el mercurio cumplió su amenaza de días atrás y finalmente se superaron los 40º en Logroño (40,6º) y Haro (40,4º), mientras otras localidades se quedaban muy cerca de esa frontera. Un anticipo para la jornada de este sábado, cuando las previsiones marcan el pico de la ola, anunciando hasta 42º en la ribera del Ebro.

Mientras los riojanos esperan impacientes desde hace días la llegada del domingo, que supondrá el comienzo del respiro térmico, la ola de calor dejará antes sus últimos y más fuertes coletazos. La Aemet elevó para este sábado el nivel de alerta a roja, una situación atípica en la región, ya que no todos los años los termómetros alcanzan los 40º y menos de forma tan extendida, pues prevé esa sofocante cifra en toda la ribera del Ebro, desde Haro a Alfaro. El récord histórico son los 42,8º del 7 de julio de 1982, hoy amenazado.

Será la tercera ocasión, desde que hay registros, en la que la región llega a riesgo extremo por calor. La primera fue en agosto de 2012 y la siguiente, en junio de 2019. La situación ha llevado a suspender varios eventos deportivos como el Triatlón La Rioja, que se iba a celebrar este sábado, o el Torneo de fútbol base Villa de Anguiano.

Muchos riojanos aprovecharán el fin de semana para buscar refrescarse en la sierra, pero será imposible escapar del calor. Ninguna localidad riojana bajará en esta alerta roja de los 30º de máxima, como en los últimos días. Ni tan siquiera en los pueblos situados a mayor altitud, por encima de los 1.000 metros: Lumbreras (34º), Pazuengos(34º), Viniegra de Arriba (33º)...

La jornada de este viernes ha sido otra más de las que lleva acumulando la semana desde la entrada el lunes en alerta naranja, con temperaturas intensificadas especialmente el miércoles y el jueves, donde las principales localidades riojanas superaron los 38º. Días con más de 10º de anomalía térmica, esa diferencia entre la temperatura habitual a esta altura del año y la actual. La tendencia se ha mantenido en este viernes en el que el sofoco comenzó bien pronto, con más de 30º ya al mediodía en esas localidades del valle del Ebro que están liderando los registros. No han dejado de subir hasta que a última hora Logroño ha puesto el listón en 40,6º.

Más allá de esos termómetros al punto de ebullición, los riojanos están sufriendo noches sofocantes, en las que de poco sirve abrir las ventanas sin una pizca de aire que suponga un alivio y unas temperaturas exteriores altísimas. Para muestra, las registradas en la noche del jueves al viernes, en la que en Alfaro se acostaron con 33º a las doce o en Calahorra no llegaron a la mínima de 23º hasta el amanecer. En otros municipios, similar situación en lo que se conoce como noches tropicales, en las que los termómetros no descienden de 20º.

Los riojanos se preguntan hasta cuándo durará el bochorno, y no tendrán que esperar mucho, ya que este domingo las temperaturas empezarán a suavizarse, aunque seguirá el calor, con máximas anunciadas de 34º en Logroño, por ejemplo, y una semana por encima de los 30º en líneas generales.

Mientras, la región se despedirá este sábado de la ola recordando las recomendaciones sanitarias de evitar salir a la calle en las horas centrales del día, no realizar actividades físicas al aire libre, hidratarse o bajar las persianas y toldos de casa, entre otras.

Temas

• La Rioja
• El tiempo en La Rioja