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El rincón riojano al oeste de Argentina

I. G.

LOGROÑO.

Martes, 16 de octubre 2018, 08:34

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La Rioja es Logroño, Fuenmayor, Haro, Calahorra, Santo Domingo de La Calzada, Cervera del Río Alhama... Un total de 174 municipios. Pero a muchos kilómetros de distancia, en otro continente, también hay riojanos. Son los que forman la provincia de nombre homónimo en Argentina y su capital, de la que Alberto Paredes es intendente.

La provincia está ubicada en el noroeste del país sudamericano y cuenta con una población superior a los 300.000 habitantes, de los que la mitad pertenecen a la capital. El clima es mayoritariamente seco y tiene una media anual de temperaturas superior a los 19 grados.

LA RIOJA ARGENTINA

  • uSituación Al noroeste de Argentina.

  • uPoblación La provincia tiene más de 300.000 habitantes de los que aproximadamente la mitad convive en la capital, del mismo nombre.

  • uTradiciones Destaca 'La Chaya', una fiesta muy ligada en la actualidad al Carnaval y que procede de un rito ancestral que servía para dar las gracias a los dones recibidos por la Madre Tierra.

La localidad, cuyo nombre original es 'La Ciudad de Todos los Santos de la Nueva Rioja' fue fundada a finales del siglo XVI por Juan Ramírez de Velasco y entre sus edificios más interesantes destacan museos como el Histórico, el de la Ciudad, el Folclórico o el Inca Huasi y otros como el Mercado Artesanal. También resultan llamativas la Catedral, la Basílica Menor y el Santuario de San Nicolás de Bari, así como la plaza 25 de Mayo.

La Rioja destaca de igual forma por sus paisajes naturales, ya que se encuentra el pie del Cerro del Velazco. Entre otros lugares llaman la atención el dique de los Sauces o Las Padercitas, un fuerte español del siglo XVI que acoge las ruinas de la primera iglesia local. Allí también se levanta el monumento al Tinkunaco, en recuerdo a los nativos del lugar y a los colonos españoles.

En cuanto a las fiestas y tradiciones, 'La Chaya' se lleva la palma. Procede de un rito ancestral de las tribus, donde sus miembros se mojaban con agua y se llenaban de harina de maíz para celebrar la alegría de los dones recibidos por la Madre Tierra. Es una fiesta muy ligada en la actualidad al Carnaval y se celebra en torno a la figura del 'pusslay', un muñeco de trapo de tamaño natural. Con esa misma filosofía se desarrolla un festival folclórico durante el mes de febrero.

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