35 en clase, las primeras grietas del nuevo curso

Desde la Consejería, el director general de Gestión Educativa, Emilio Izquierdo, se mostró satisfecho con el inicio de curso y felicitó a los docentes, equipos directivos y a las familias por haber hecho posible un regreso a las aulas sin incidentes.

Además, se congratulaba por el absentismo que, de acuerdo con sus datos, no ha llegado en los primeros días de clase al 8% y «en casos muy concretos», explicó.

Pero entrando en detalle, este martes se empezaron a ver las primeras grietas en la barrera contra el COVID en algunos de los centros de esta comunidad. Pequeños coladeros que profesores y alumnos temen que puedan ser la vía de entrada de un virus que se ha convertido en el protagonista indiscutible del curso de las mascarillas.

Así se desprende del testimonio de varios alumnos y profesores que ayer expresaban sus temores y preocupaciones a este diario por la situación que, al menos estos dos primeros días de clase, han vivido en las aulas de varios centros de la región.

En concreto, estudiantes de Bachillerato del IES Cosme García de Logroño criticaban ayer el elevado número de alumnos por aula, entre 30 y 35 –más de lo habitual–, en un momento en el que se hace especial hincapié en la importancia de mantener la distancia de seguridad de al menos metro y medio entre compañeros para blindarse frente al COVID-19. «Aunque somos responsables y llevamos mascarilla el miedo a que alguno pueda meter el virus siendo asintomático está ahí», señala uno de los jóvenes. Este mismo alumno lamentaba que en determinadas asignaturas se mezclan los grupos de las distintas modalidades de Bachillerato. Una situación a la que desde el centro, siempre según este testimonio, estarían tratando de mejorar.

En la misma línea se expresaba la madre de otro de los estudiantes de Bachillerato del mismo centro que se quejaba de que el regreso a las aulas no se ha hecho con la máxima seguridad. «En clase no cabe un alfiler, es indignante que hayas respetado la distancia de seguridad con amigos y familia y ahora estén metidos 35 alumnos en un aula».

Los docentes reiteraban su malestar por los sucesivos errores en los llamamientos para sustituciones de profesores como los efectuados el pasado lunes para Secundaria, entre otros cuerpos, que se retrasaron más de dos horas. Desatinos que, desde ANPE, atribuyen a la falta de personal en el departamento de recursos humanos de la Consejería de Educación, un área que gestiona 4.100 docentes de la red pública y unos 1.400 de la red concertada y que en proporción cuenta con mucho menos personal que otras consejerías.

Otra de las críticas mayoritarias de este colectivo que este martes resumían desde este mismo sindicato de profesores es que los centros no disponen de mascarillas, salvo para casos excepcionales, y son ellos quienes deben llevarlas de casa. Reclaman la figura de la enfermera en cada centro escolar y lamentan que no se hayan realizado las pruebas PCR a los docentes antes del arranque de curso, con las que consideran que se hubieran ahorrado bajas laborales en un futuro.