La gripe aviar llega a Navarra y cunde la preocupación en las granjas riojanas
La enfermedad «se está adelantando este año», lamenta el sector, y «con una virulencia mucho más alta», advierten algunos veterinarios
La gripe aviar ya roza La Rioja. El Gobierno navarro confirmó este martes el primer positivo en la comunidad foral, una grulla que apareció muerta ... en la zona de humedales de Arguedas, a apenas veinte kilómetros de Alfaro. Una semana antes se hallaban otros 250 ejemplares muertos de este ave en el entorno de la laguna aragonesa de Gallocanta y en esa región ya se han confinado más de 500 granjas.
La Rioja, por el momento, se salva de esta enfermedad viral que afecta a todas la regiones salvo Murcia y las islas. «No hay casos positivos ni en aves de corral –nunca los ha habido– ni en silvestres», confirmaba este martes el Gobierno regional; sí hubo en 2006 un ganso en Hervías y en 2022 un ratonero común en Villamediana «pero sin repercusión en explotaciones ganaderas».
Por el momento, «no hay ninguna zona de riesgo» en la comunidad, «solo de vigilancia» en Calahorra, Alfaro, Logroño, Hervías, Leiva y Tormantos. Pero la Consejería de Agricultura y Ganadería recomienda extremar las medidas de bioseguridad para evitar contactos con aves domésticas y silvestres «de estatus sanitario desconocido, con sus deyecciones o con sus subproductos». En este sentido, demanda a los ganaderos «reforzar todas medidas de estanqueidad de las explotaciones (ventanas, mallas pajareras, persianas de ventiladores, otros accesos…) y cualquier otro método que impida la entrada de aves silvestres en la explotación; impedir el acceso de las aves silvestres al agua de bebida y pienso de las aves de corral, manteniendo los depósitos y silos cerrados y protegidos; y en el caso de las aves de cría al aire libre, extremar la precaución y abrevar y dar de comer a las aves en el interior de las naves».
Los ganaderos tienen la obligación de comunicar cualquier sospecha de enfermedad infectocontagiosa de los animales al servicio de Ganadería de la Consejería. El Gobierno también pide a los ayuntamientos su colaboración en la difusión de información entre los vecinos que puedan tener aves de corral para autoconsumo en su municipio.
«La gripe aviar es una enfermedad cíclica que llega cuando las aves migratorias van a África o al sur de España. Este año si que la virulencia está siendo más alta, hay que extremar las precauciones y si vemos aves muertas por el campo no hay que tocarlas», explica el veterinario y presidente de la Asociación de Avicultura Conservacionista de La Rioja (Iberavis), Joaquín Laliena. Patos, ocas, garzas, cigüeñas o grullas son algunas de esas aves migratorias que pueden transmitir la enfermedad.
Entre los dueños de granjas cunde la preocupación «porque la gripe aviar se ha adelantado y esto puede provocar otra vez que se sacrifiquen gallinas, que haya problemas para abastecer de huevos al mercado y que suban los precios», señala Paula Fontecha, propietaria de unas 23.000 gallinas en Nájera. El consumo de huevo, además, ha crecido casi un 8% en la última década «y ha pasado de ser un producto rechazado porque los especialistas decían que tenía mucho colesterol a ser ahora muy consumido porque se ha comprobado que tiene mucha proteína», añade.
Cerca de la zona navarra donde ha aparecido el primer caso de gripe aviar tiene su explotación avícola David Preciado, en Pradejón –a unos 55 kilómetros de Arguedas—. «Tenemos que estar pendientes, si aparece un foco hay que sacrificar a todos los animales y las pérdidas económicas serían terribles. Esperemos que eso no suceda en La Rioja, pero el riesgo es grande», apunta. Y recuerda que el precio «en este mes ya ha subido cincuenta céntimos la docena y el aumento puede ser mucho mayor si hay problemas de abastecimiento».
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