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Viernes, 10 de agosto 2018, 08:25
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Sanciones económicas de tres y cuatro dígitos, pérdida de puntos, retirada del carné, meses de trabajos para la comunidad... Ni la amenaza seria y real de acabar entre rejas parece ya surtir efecto en muchos conductores empeñados en coger el coche cuando el alcohol y la droga les convierten en un arma letal, para sí mismos y para quien tenga la mala fortuna de encontrárselos.
«Es cierto que muy ligeramente, pero la cifra de positivos en alcohol y droga está volviendo a repuntar. Es muy preocupante, porque es una tendencia que se aprecia en los cuatro últimos años después de haber logrado reducir el porcentaje por debajo incluso del 1%», admite Beatriz Zúñiga, jefa de Tráfico en La Rioja.
602 positivos se han contabilizado ya en el primer semestre de este año, 298 por alcohol y 304 por drogas.
872 positivos en drogas se detectaron el año pasado en los 2.062 test realizados, el 42,28%.
- Por vía administrativa
500 euros y 4 puntos Entre 0,15 y 0,30 miligramos por litro de aire espirado en noveles y profesionales y entre 0,25 y 0,50 al resto de conductores (primera vez).
1.000 euros y 6 puntos: Entre 0,30 y 0,60 miligramos por litro de aire espirado en noveles y profesionales y entre 0,50 y 0,60 al resto de conductores (primera vez. A partir de 0,25 a los reincidentes.
- Por vía penal
Artículo 379: El que condujere un vehículo de motor o un ciclomotor bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o de bebidas alcohólicas (con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 miligramos por litro o con una tasa de alcohol en sangre superior a 1,2 gramos por litro) será castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
Artículo 383: El conductor que, requerido por un agente de la autoridad, se negare a someterse a las pruebas legalmente establecidas para la comprobación de las tasas de alcoholemia y la presencia de las drogas tóxicas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas será castigado con la penas de prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
Así es. Después de un arranque del siglo XXI con estadísticas demoledoras, en las que incluso más del 6% de las pruebas realizadas daba positivo (6,1% en el año 2000, con 1.001 infracciones), el endurecimiento de la normativa -la entrada en vigor del carné por puntos, el 1 de julio del 2006; y la reforma del Código Penal, con la inclusión de los delitos de tráfico, en diciembre del 2007- se convirtió en la herramienta de concienciación más efectiva. Los positivos empezaron a caer en picado, en el 2008 se bajó del 2% y en el 2014 se logró el 0,8%, el mejor porcentaje en el último cuarto de siglo.
Pero desde el 2015 algo cambió y la irresponsabilidad y la imprudencia recuperaron el terreno conquistado por la precaución y el miedo, o al menos respeto, a las consecuencias. De las 53.862 pruebas de alcoholemia realizadas en el 2016, fueron positivas 703, lo que supone el 1,30%, frente al 1,03% del año anterior.
Lo mismo ocurrió en el 2017, con 680 positivos en los 52.244 test practicados, el 1,30%. Y este año, los augurios son aún peores. «En el primer semestre llevamos ya 298 positivos en 21.211 pruebas, lo que supone el 1,40%. Esto quiere decir que ha vuelto a subir, es cierto que ligeramente, pero no podemos olvidar que son datos hasta el 30 de junio y nos falta otro medio año, incluidos julio, agosto, septiembre y las vísperas de Navidad, que son las épocas en las que, por desgracia, más infracciones de este tipo se detectan», resalta la jefa de Tráfico.
En cuanto a las drogas, el panorama no es más halagüeño, sino todo lo contrario. Con 360 positivos en los 785 test realizados en el 2016 (45,85%); y 872 en las 2.062 pruebas del 2017 (42,28%); en los seis primeros meses de este año, van 304 en 1.380 (22,02%) a falta de los meses de más citas festivas y consumos. «Son cifras altísimas», admite Beatriz Zúñiga, que aclara que «esos controles se realizan cuando el conductor da negativo en alcohol, pero existen indicios, por su actitud, sus pupilas o gestos que indican que podría haber consumido alguna sustancia».
Con 602 positivos en alcohol y drogas en los primeros 181 días del 2018, lo que supone una media de 3,3 infracciones diarias, las únicas armas, a la espera de posibles endurecimientos legislativos, parecen ser la concienciación, la información y la intensificación de los controles.
«Está demostrado que la realización de esas campañas de vigilancia y su publicidad, que se realizan con efecto disuasorio no recaudatorio, tienen efectos y las estadísticas descienden, no sabemos si por el miedo del conductor a encontrarse con los controles o porque realmente los anuncios en prensa y los mensajes en los paneles conciencian.
A mí me gustaría que fuese por esto último», explica la jefa de Tráfico, que aporta como prueba los datos regionales de la última campaña especial de vigilancia de control de alcohol y drogas, que se desarrolló del 4 al 10 de junio pasado. «Mientras en alcohol la media de este año es del 1,40% de positivos respecto a las pruebas realizadas, en los 1.379 controles de alcohol practicados en esa semana por la agrupación de Tráfico de la Guardia Civil se contabilizaron solo 8 positivos, el 0,58%; y en los 291 realizados por las policías locales de Alfaro y Santo Domingo de la Calzada sólo hubo 1, el 0,34%», detalla.
Lo mismo ocurrió en los test de drogas. «En los 66 practicados por las policías locales no hubo ningún positivo y en los 66 de Tráfico solo 8, en los que se detectaron cannabis (6), cocaína (3), anfetaminas (1) y metanfetamina (2), lo que supone el 12,12%, cuando la media anual del 2017 era del 42,07%», concreta.
Y en esta situación vuelve a llegar uno de los periodos más complicados del año en lo que a seguridad viaria se refiere, el día de la Virgen, 15 de agosto, y su fin de semana previo, en el que, pese a no caer este año en 'puente' coinciden una nueva operación especial de Tráfico y la celebración de las fiestas patronales de más de un millar de municipios españoles, una treintena en La Rioja: Alfaro, Ezcaray, Agoncillo, Navarrete, Tricio, Daroca, San Román, Corporales, Muro de Aguas, Bergasa, Galilea, Ochánduri, Pinillos, Torrecilla sobre Alesanco, Valgañón, Villanueva, Aguilar, Azofra, Badarán, Bezares, Camprovín, Enciso, Nalda, Navajún, Pedroso, Tirgo, Tormantos, Tudelilla, Villoslada, Zarratón, Tobía y Bañares; sin olvidar los alaveses y navarros limítrofes, como Labastida, Leza o Arguedas, entre otros.
«Aunque este año no coincide 'puente' estas fechas son de las más complicadas del año y por eso se intensifica la vigilancia, insisto, no con ánimo recaudatorio, sino disuasorio y de concienciación. La previsión es superar en esos cinco días los 2.000 controles en una actuación conjunta entre la Guardia Civil y las policías locales, en este caso de Calahorra, Arnedo, Santo Domingo de la Calzada y Logroño», explica la jefa de Tráfico en La Rioja, que apela a la responsabilidad de todos y a disfrutar de las fiestas sin arriesgar la vida propia ni la de otros, recurriendo, si no se está en condiciones, al transporte público, autobuses y taxis, o a la figura del conductor alternativo, que cada noche uno del no beba y sea el encargado de conducir.
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