Un 'portazo' similar al vigente en el Congreso y el Senado

Corría el mes de diciembre del 2011 cuando la publicación de una fotografía del móvil del entonces presidente del Grupo socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, en el que se veía un sms privado en el que alguien anunciaba al diputado que Alberto Ruiz Gallardón podría ser ministro de Defensa provocó el cierre de filas de todos los partidos con representación en la Mesa del Congreso de los Diputados. La instrucción rubricada por quien era el presidente de la Cámara Baja, el popular Jesús Posadas, provocó que, desde su entrada en vigor el 1 de enero del 2012, se prohiba la toma de imágenes de móviles, dispositivos notas u otros textos que los diputados tengan en sus escaños. De nada sirvieron las quejas de los profesionales, la norma sigue en vigor y en ella se contempla la retirada por el plazo máximo de un año de la acreditación «a los fotógrafos de prensa que, al desempeñar su trabajo en el hemiciclo y en las comisiones, vulneren los «derechos fundamentales» de los diputados».

Cuatro años después, en abril del 2016, la publicación de unas fotos con sms en el móvil de la senadora popular Rita Barberá llevaron a la Mesa de la Cámara Alta a prohibir a los fotógrafos subir las tribunas altas a las que accedían hasta la fecha y el uso de teleobjetivo para hacer instantáneas desde esa zona de la institución.