Juicio por el crimen de Los Lirios
La Policía cree que la escena del crimen fue manipulada para simular un roboJunto a la mano izquierda de la víctima se localizó un cuchillo que «estaba estratégicamente puesto ahí», ha detallado la jefa del grupo operativo de policía científica
La escena que inspeccionaron al llegar al domicilio no se correspondía con la tesis del suicidio. El lugar del delito parecía haber sido manipulado para ... simular un robo. Lo que vieron no concordaba para nada con la versión que había ofrecido el marido de la víctima en un primer momento, más bien parecía una maniobra para «distraer a los investigadores». Esta fue una de las principales conclusiones a las que llegó la policía científica después de inspeccionar la vivienda de Mercedes, de 56 años, asesinada supuestamente por su esposo en la madrugada del 13 de octubre de 2020. El acusado A. E. M., se enfrenta a 22 años de cárcel en el juicio que desde este pasado lunes y hasta el próximo día 31 se celebra en la Audiencia Provincial de La Rioja.
Este martes, en la segunda jornada de vista oral la jefa del grupo operativo de la policía científica ha ofrecido varios detalles de lo que se encontraron en la escena del crimen. Junto al cuerpo de la víctima, que estaba tendido de costado en el vestíbulo de la vivienda, había manchas de sangre y marcas de arrastre. También se localizaron restos de sangre en el colchón de la cama del dormitorio principal, y en la cocina, varias gotas en un doble reguero de entrada y salida. Un cajón de la habitación estaba abierto y revuelto, y en la entrada, varios objetos de un bolso estaban esparcidos por el suelo. «Era un desorden muy localizado», el resto de la casa estaba «escrupulosamente limpia y ordenada». La escena de la vivienda, a la que habían accedido sin forzar la puerta, a su juicio, no se correspondía con un robo, pero trataron de que así pareciera.
En la inspección de la vivienda, ha añadido la agente, solo apareció ADN de la víctima, pero en el cuerpo de Mercedes sí que había muestras que correspondían a su marido. Estos restos podrían haberse transferido al tratar de defenderse de la agresión.
A escasos centímetros del cuerpo se localizó un pelo rubio largo de mujer que no pertenecía a la víctima y junto a su mano izquierda se halló un cuchillo que «estaba estratégicamente colocado ahí». A preguntas de la defensa, este mismo agente ha explicado que en el arma había exclusivamente ADN de la víctima, tanto en el mango como en la hoja y, sin embargo, no había restos del procesado. No obstante, a juicio de la jefa del grupo operativo de la científica, en este caso la tesis del suicidio, que fue la primera versión del marido, estaría descartada.
En la misma sesión declaró otro agente de la policía científica que, al igual que la anterior, ha calificado de «extraño» el escenario que se encontraron al llegar: un gran charco de sangre en el hall, una cajonera registrada en el dormitorio principal y varios objetos de un bolso colgado de un perchero en el vestíbulo tirados por el suelo. «Cosas muy extrañas para llegar a la conclusión de que una persona se había quitado la vida». «La hipótesis del suicidio era la tesis con la que partíamos, pero era extraño», ha indicado.
El resto de agentes que han testificado este martes han incidido en la discordancia entre el suicidio y la escena y en lo ordenada y pulcra que se encontraba la vivienda. Una vez concluidas las testificales, en la sala de vistas se ha proyectado un vídeo del estado en el que se encontró la vivienda de Mercedes.
Según la Fiscalía y la acusación particular, que ejercen los hermanos de la víctima, los hechos que están siendo juzgados se remontan al 11 de octubre de 2020. Ese día, el acusado, A. E. M., viajó a la localidad burgalesa de Gumiel de Mercado para ayudar en las labores de vendimia a su hijo y en la madrugada del 13 de octubre regresó al domicilio, en el Parque de Los Lirios en Logroño, que compartía con su esposa Mercedes.
Una vez en casa, siempre según la versión de la Fiscalía, mantuvo una discusión con Mercedes al conocer su decisión firme de poner fin a su matrimonio. Fue entonces cuando, según el fiscal, movido «por el sentimiento de posesión sobre la misma y con la intención de acabar con su vida, la atacó de forma sorpresiva con un arma blanca de tipo cortopunzante» en tórax y abdomen causándole la muerte. Después, según la Fiscalía, volvió a Gumiel de Mercado donde llegó a primera hora de la mañana del 13 de octubre.
La defensa niega los hechos y sostiene que no sucedieron tal y como los relatan las acusaciones, por tanto, considera que no hay delito. En cualquier caso, en el «improbable» supuesto de que sea condenado pide que se aplique la atenuante de dilaciones indebidas.
Más agentes, amigos del matrimonio y familiares de la víctima, en la jornada de hoy
La tercera jornada de juicio por el asesinato de Mercedes, de 56 años, presuntamente a manos de su marido A. E. M., de 61, comenzará este miércoles con la declaración de otros cuatro agentes de la Policía Nacional y continuará con el testimonio de varios amigos y conocidos del matrimonio para concluir con dos familiares de la víctima. En total están citados doce testigos y el jueves, previsiblemente, lo hará el único hijo de Mercedes y del acusado. El juicio, que se sigue por el procedimiento del jurado, se prolongará hasta el próximo día 31. Esa jornada las partes expondrán sus conclusiones definitivas y un día antes, es previsible que declare el acusado, una práctica permitida desde la reforma penal para proteger su derecho de defensa. El día 3 de noviembre, el magistrado entregará el objeto del veredicto a los miembros del jurado que desde ese momento permanecerán aislados para deliberar sobre la culpabilidad o no del acusado.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión