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Diego Ubis y Rebeca Grajea, en el Parlamento. :: j. marín
Un pleito con pocos precedentes

Un pleito con pocos precedentes

Las denuncias cruzadas entre Ubis y Grajea acabarán en el Tribunal Superior por el aforamiento de ambos diputados | El caso podría sin embargo regresar a los tribunales ordinarios si los querellados pierden su escaño antes de la apertura del juicio oral

Pío García

Logroño

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Jueves, 21 de febrero 2019, 09:14

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La legislatura riojana que está a punto de finalizar ha sido pródiga en paradojas. Resulta curioso -aunque poco edificante- que las dos fuerzas que venían a renovar la vieja política hayan acabado como el rosario de la aurora, con denuncias cruzadas, insultos desabridos y confusos procesos internos de incierta resolución. Resulta también curioso que Ciudadanos, quizá el partido que más ha batallado contra los aforamientos vaya a ser (a su pesar) el que más uso haga de esta figura legal... si ninguno de los protagonistas lo remedia.

Las rencillas internas dentro del grupo parlamentario naranja han aterrizado en los tribunales: Diego Ubis, su portavoz, interpuso una denuncia por injurias contra Rebeca Grajea, que hace pocas semanas abandonó el grupo parlamentario de Cs para convertirse en 'diputada no adscrita'. El expediente ha recaído, por el momento, en el Juzgado de Instrucción número 6 de Logroño. Grajea respondió con una querella por acoso ante el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja. Al ser ambos aforados y si los actos de conciliación no prosperan, las dos denuncias acabarán en principio dirimiéndose ante la Sala de lo civil y penal del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja.

Se trata de una medida con pocos precedentes en la comunidad autónoma. El año pasado, la Sala de lo civil y lo penal del TSJR resolvió seis asuntos (tres del ámbito civil y tres del penal), aunque ninguno de ellos relacionado con los aforamientos. La ley indica que esa sala -que tiene escasa actividad- se ocupa también de revisar los casos del jurado y de solventar los recursos presentados contra las decisiones adoptadas en primera instancia por la Audiencia Provincial. Está integrada por tres magistrados: el presidente del TSJR, Javier Marca, que la encabeza, Carmen Ortiz y María Mercedes Oliver.

Esta es la línea estipulada con carácter general para los juicios a diputados aforados; sin embargo, tal y como indican fuentes judiciales, es probable que al final estos pleitos acaben resolviéndose en instancias inferiores. Según la jurisprudencia del Supremo, si los querellados pierden su condición aforada antes de la apertura del juicio oral, el TSJR podría decidir inhibirse en favor de los tribunales ordinarios. Y en este caso las elecciones se celebran el 26 de mayo y es previsible que ambos pierdan su escaño. Solo no habría posible vuelta atrás si ya se ha abierto el juicio oral.

Algo parecido sucedió recientemente con Miguel González de Legarra, expresidente del Partido Riojano. La Fundación Diagrama, la Comunidad Autónoma y el entonces consejero de Presidencia, Emilio del Río, se querellaron contra él por injurias a propósito de unas declaraciones sobre el funcionamiento del Centro de Menores Valvanera. Como en ese momento (febrero del año 2015), Legarra aún era diputado, fue la Sala de lo civil y lo penal del TSJR quien admitió a trámite la querella e inició la instrucción. Sin embargo, el acusado perdió el escaño -y por lo tanto la condición de aforado- antes de la apertura del juicio oral y su caso acabó siendo examinado finalmente por un tribunal ordinario. En julio del pasado año, un juzgado de lo penal absolvió a González de Legarra de todos los cargos.

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