Plan Revive: un divino tesoro para los pueblos
Jóvenes como Fernando Arévalo y Mikel Sánchez se han mudado al mundo rural gracias al impulso económico de la iniciativa del Gobierno de La Rioja
Juan Marín del Río
Logroño
Lunes, 27 de octubre 2025, 20:08
En los últimos meses, el Plan Revive se ha convertido en una de las iniciativas más atractivas para los riojanos que desean vivir en el medio rural. Nació con el claro propósito de ayudar a los jóvenes a acceder a una vivienda en los pueblos y, a la vez, dar nueva vida a municipios que habían ido perdiendo vecinos durante las últimas décadas. Lo que empezó como un proyecto de 12 millones de euros para toda la legislatura ha superado cualquier expectativa. Desde que se abrió el plazo de solicitudes en mayo del pasado año, el programa ha recibido más de 850 peticiones, con un desembolso estimado de 19 millones de euros que ha motivado al Gobierno de La Rioja a ampliar su dotación con 3 millones adicionales este año y 4,1 más en 2026.
Pero el impacto real de este Plan Revive no se mide en cifras, sino en historias. En municipios de menos de 5.000 habitantes como Igea, con 650, comienzan a verse casas que vuelven a encender la chimenea y calles donde se vuelven a escuchar voces jóvenes. En estos lugares las ayudas han hecho posible que quienes soñaban con quedarse, o volver donde fueron felices, puedan hacerlo.
Uno de ellos es Fernando Arévalo, de 45 años, natural de Igea y trabajador de mantenimiento en un parque eólico cercano. Su historia refleja a la perfección el espíritu del Plan Revive. «Cuando me dijo el alcalde que yo cumplía las características, dije: '¡Pues ahora sí!», cuenta entre risas. Sin dudarlo un instante, reunió la documentación y presentó la solicitud en la oficina de vivienda. «Fue muy sencillo. Pensaba que sería más complicado, pero fueron tres papeles contados y nada más», explica todavía asombrado de la facilidad burocrática de la gestión.
Gracias a la ayuda –de unos 30.000 euros, equivalente al 30% del valor del inmueble–, Arévalo ha podido rehabilitar una vivienda en el corazón del pueblo. «Era un antiguo taller de carpintería, así que tiene una bajera muy amplia para usar a modo de taller», señala el igeano. Con el tiempo, sueña con acondicionar la parte superior como una pequeña bodega para reunirse con amigos.
Más allá de la ayuda económica proporcionada por el Gobierno riojano en este Plan Revive, lo que destaca Arévalo es el impulso emocional y social que supone. «Esto te anima a quedarte en tu municipio, en tu tierra. Yo tenía claro que quería seguir viviendo en mi pueblo, donde nací y he vivido siempre, pero con esta ayuda es mucho más fácil. De no haberla recibido, me habría ido a Cintruénigo o a Calahorra, donde las casas son más modernas», indica. Una vez presentada la documentación, el proceso posterior, asegura, fue rápido y sin complicaciones. «Pedí la subvención en noviembre y en seis meses ya estaba concedida. Lo único que se retrasó fue la gestión con el notario porque estaba de vacaciones»
Para Arévalo, el Plan Revive es «un buen aliciente» que puede cambiar la tendencia del despoblamiento rural. «En Igea se nota movimiento, sobre todo en el sector eólico. Muchos jóvenes se interesan y me han preguntado cómo funciona la ayuda. Si esto sigue así, seguro que el pueblo se llena de vida otra vez». Sus palabras evidencian la seguridad de saber que ha conseguido seguir en su tierra, «algo que hoy en día vale mucho».
«Tenía claro que quería seguir viviendo en mi pueblo, donde nací y he vivido siempre, pero con esta ayuda es más fácil»
Fernando Arévalo
Igea
«Nos ha cambiado la vida; ahora tenemos espacio, tranquilidad y un entorno natural precioso en el que vivir»
Mikel Sánchez
Zarzosa
La historia de Fernando Arévalo es solo una de las tantas que los jóvenes beneficiarios del plan pueden contar. A menos de cincuenta kilómetros de Igea, en Zarzosa, un pequeño municipio en el valle del río Manzanares –afluente del río Cidacos– con apenas catorce vecinos censados el pasado año, Mikel Sánchez, de 33 años y natural de Tudela, ha encontrado en el Plan Revive la oportunidad de cambiar de vida, en este caso acompañado por su pareja. Desde hacía tiempo, buscaban un entorno tranquilo y verde, «un sitio en el monte, rodeado de naturaleza, donde poder salir al campo», explica él. Tras buscar una vivienda en el Camero, dieron con una vivienda en Zarzosa que les encantó. Tanto es así que, incluso sin la ayuda, habrían «comprado igualmente» el inmueble. «Nos gustó el entorno, las vistas, la paz del lugar. El alcalde nos comentó que existía esta posibilidad y terminó de convencernos».
En su caso, la ayuda –unos 28.000 euros, el 40% del valor– fue destinada a la compra, ya que la casa apenas necesitaba reformas. «Fue un empujón importante. Nos ha permitido ir más holgados y aprovechar para hacer mejoras en las estancias». La vivienda cuenta con un pequeño jardín desde el que se puede ver la sierra. «Para nosotros lo mejor es tener una zona exterior donde desconectar, algo que en Tudela era impensable», añade.
El proceso, asegura al igual que Arévalo, fue ágil y con buena atención en los centros ciudadanos, aunque con alguna traba. «Lo único que mejoraría es la información sobre los impuestos a pagar. Recibimos la ayuda, pero luego descubrimos que el próximo año tendremos que pagar casi 9.000 euros. Eso no te lo explican y hemos tenido que contratar a un asesor para hacerlo bien», comenta.
Aun con esas sombras, Sánchez considera que el balance del Plan Revive es más que positivo. «Nos ha cambiado la vida. Ahora tenemos espacio, tranquilidad y un entorno natural precioso. Además, el hecho de venir aquí ha hecho que el pueblo tenga más movimiento: vienen nuestros amigos, celebramos fiestas y eso también da vida al lugar». Tanto Fernando como Mikel comparten la seguridad de que iniciativas como este Plan Revive no ayudan exclusivamente a comprar una casa, sino que reconectan a las personas con su tierra y devuelven a los pueblos la vida y el futuro que merecen.
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