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Perfil | Pablo Hermoso de Mendoza

El político que no quería ser como los demás

Hermoso ganó el gobierno local cuando su nombre sonaba al del famoso rejoneador; cinco años después se va con los ecos de 'Calles Abiertas' aún sonando

Lunes, 18 de marzo 2024, 20:20

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Cuando Pablo Hermoso de Mendoza presentó los papeles para concurrir a las primarias logroñesas del PSOE con vistas a acudir a los comicios de 2019, y lo hizo gracias a los avales de Iván Reinares y de María Marrodán, era todo un desconocido en un panorama, el de la política, poco dado a novedades. Más allá de su nombre, eso sí, que a todo el mundo le recordaba al del famoso rejoneador habitual de la feria matea. El tipo, en aquellos momentos, rebosaba ilusión y se pasó unos cuantos meses derrochando encanto. Mientras se ganaba a los de fuera, los de dentro lo miraban con recelo. Porque tenía un pasado en la Federación de Empresas, porque su irrupción rutilante había dejado fuera de juego a unos cuantos que estaban esperando su turno... Carismático como es, con unas camisas blancas impecables que no se quitó durante toda la campaña, dio el campanazo. Ganó y fue alcalde. Proeza máxima. Quienes conocen el sector saben cuánto hay que bregar para conseguir algún discreto nombramiento, alguna liberación...

Tomó posesión, coaligó con PR+ y Unidas Podemos y, cuando aún se estaba haciendo a las rutinas municipales, llegó una pandemia mundial. Que ahora ya no nos acordemos no quiere decir que, en su momento, no fuera una debacle. Que lo fue, con los féretros haciendo cola en el crematorio y los parques infantiles clausurados. En el desastre, fueron haciéndose hueco sus 'Calles Abiertas', con sus mensajes para ganar más sitio para las salidas de los coles, más espacio para cruzarse por las aceras... Primero, fue todo con pintura y pivotes. Luego, se empeñó en consolidar las actuaciones con el tino que, además, le cogió a los fondos europeos, de manera que tenía parte de la financiación precisa para intervenir. Guardia Civil fue primero; República Argentina, después; luego le tocó a Fundición no sin pasar también por los accesos al cole Madre de Dios o a la biblioteca Rafael Azcona. Que no consulta a nadie, le decían desde la oposición. Que venía en el programa electoral, decía él. Qué destrozo, le insistían desde las redes sociales tanto los contrarios como el fuego amigo, que en esto de la pasión conductora no hay carnés más allá del de la Dirección General de Tráfico.

El ruido fue subiendo. Hermoso y su equipo se empeñaron en no dejar para mañana lo que se podía hacer hoy. Que si proyecto para San Antón, que si vieja estación de autobuses... y fondos de la UE para todo. ¿Y la participación, qué?, le insistían desde los bancos de enfrente. En vez de amoldarse a los ritmos electorales, incluso los retó.

No consulta a nadie, decía la oposición. Venía en el programa, señalaba él. Qué destrozo, insistían en redes contrarios y fuego amigo

¿Pudo abrir la estación de autobuses antes de los comicios locales, dado que se pudo levantar la persiana tres meses después? ¿Y el CCR no tenía ya casi todo listo? ¿Ni el nudo de Vara de Rey? Empeñado en no actuar como un político al uso, no aceleró el paso ni un poco para anotarse ese tipo de tantos, supuestamente útiles cuando se llama a votar.

Cuando las urnas dictaron su veredicto, lejos de recoger los trastos y marcharse, como habían hecho antes otros, se quedó. Eso que mencionábamos de no hacer lo mismo que los demás... Decía que quería defender la gestión que había hecho, los proyectos en marcha y responder ante los votantes que habían apostado por él, aunque hubieran sido menos. Al menos un tiempo. Las voces de quienes pedían su cabeza, que también se quejaban de que ninguneaba a los órganos internos del partido y que encontraron menos eco mientras gobernaba, se aplacaron entonces por la convocatoria de elecciones generales que hizo Pedro Sánchez para el mes de julio. Lo mismo que ahora iban a acallarse por las próximas europeas y, a la vez, iban a prolongar la agonía. No ha dado lugar. Otra sorpresa. Se va y deja un hueco que se van a disputar las facciones ahora en liza, que en estos momentos son los de Andreu con los de García enfrente. Este lunes recordaba en sus redes sociales Concha Arribas, portavoz municipal socialista hace años, una etapa muy convulsa del grupo municipal en la que, en cuatro años, tuvo tres portavoces. Qué tiempos aquellos.

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