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Las peras han alcanzado un buen tamaño en esta campaña. :: s.m.
La pera encara una desigual campaña

La pera encara una desigual campaña

El granizo del mes de julio afectó gravemente a la zona de Albelda de Iregua, mientras que en el resto de la región la producción está siendo algo inferior que el pasado año pero positiva y con una buena calidad en el fruto

SERGIO MARTÍNEZ

Lunes, 10 de septiembre 2018, 23:46

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La pera ha conseguido en los últimos tiempos el estatus de fruta estrella de la región. Algo sin duda merecido por la calidad de un producto reconocido en todo el país, que cuenta en la región con unas características ideales para su cultivo y que supone una opción interesante para muchos agricultores que han visto menguar de forma drástica los precios de otros frutos y de las hortalizas. La pera riojana está de moda, pero en la presente campaña, la alegría ha ido por barrios, o mejor dicho, por pueblos.

Las sensaciones generales son positivas, con buenos parámetros en calidad y en volumen, pero algunas zonas, como la de Albelda de Iregua y sus alrededores han visto drásticamente afectada su producción por las granizadas. La localidad es uno de los centros más importantes de La Rioja en materia frutícola, pero el granizo destrozó el 15 de julio sus perales, dejando a Albelda este año prácticamente sin producción. Algunas parcelas limítrofes de Alberite, Nalda o Entrena también se vieron afectadas.

Ignacio Jadraque, agricultor de Alberite, explica cómo afectó en esta localidad una granizada previa, la del primer día de julio: «Fue una piedra pequeña y pilló al fruto poco cuajado, por lo que no tiró ni machacó las peras pero sí las marcó. Para el mercado eso ya no vale, así que destinamos esa producción a zumos». Sin embargo, Jadraque explica que es un problema puntual de algunas zonas de Alberite, mientas que en otras se recoge un buen fruto: «En cuanto a cantidad hay menos que otros años, pero es una fruta de muy buena calidad, con buen tamaño, color y ruseting». El precio, un factor siempre a destacar en cualquier cultivo, se encuentra en origen en torno a los cincuenta céntimos por kilo, que Jadraque valora como «algo inferior a otras ocasiones pero aún bueno».

El peral es uno de los pocos cultivos que ha aumentado su superficie y producción

A similares conclusiones llega Pedro Salvo, de Peras Pirín: «Ha sido un año complicado por el granizo. Venía una cosecha como nunca, incluso con sobreproducción. Las fincas no afectadas tienen muchos kilos y peras de buen calibre». La importancia de la zona del valle del Iregua y sus alrededores está justificada en la buena calidad que allí encuentra este fruto. «La zona cuenta con un microclima más fresco que le da a la fruta diferentes características. Es una pera conferencia más alargada y alta, algo que prefieren en muchos mercados, con un buen ruseting y altos niveles de azúcar», explica Salvo.

Peras Pirín fue fundada en Entrena hace tres años por Julio Carmelo Pastor, agricultor de Lardero, y Pedro Salvo, leridano que desde hace casi dos décadas compraba pera riojana que llevaba a Cataluña: «La zona con mayor potencial del país en pera conferencia es esta. Nosotros ya estamos recomendando a los agricultores en Lérida que no la planten porque no reúne unas condiciones tan buenas como las de aquí. Otras zonas cuentan con desventaja con respecto a La Rioja».

El peral es uno de los pocos cultivos que ha aumentado su superficie y producción en las últimas décadas. Según los datos del servicio de estadística de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, La Rioja contaba en el año 2016 con 2.527 hectáreas de perales, frente a las 2.105 de hace dos décadas. En ese periodo la producción ha pasado de 34.231 a 57.897 toneladas de pera. Un factor decisivo en este crecimiento fue la fundación de la DOP Peras de Rincón de Soto en el 2002.

El técnico de la denominación Sixto Cabezón hace un buen balance de la campaña, aunque no se alcanzarán las previsiones iniciales: «Tendremos una producción algo menor a la que esperábamos, pero será buena. Estaremos al final en torno a los 21 o 22 millones de kilos, frente a los más de 23 del año pasado, que fue espectacular». Uno de los problemas ha sido un calibre «algo desigual en la pera», no alcanzando algunos frutos el tamaño deseado.

La pera cuenta con un gran presente en el campo riojano. «El margen para el agricultor es aún rentable y mayor en comparación a otros cultivos. Es una fruta de mucha calidad que hay que aprovechar», apunta Pedro Salvo, mientras que Ignacio Jadraque observa un «buen futuro, reuniendo en la zona del Iregua unas muy buenas condiciones».

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