El peligro de los estafadores del amor
Los engaños y las falsas relaciones se cobran más víctimas gracias a las redes, con casos trágicos como los hermanos de Madrid o, en La Rioja, la abuela de la niña Carolina
Un fraude amoroso parece ser el germen de un crimen que, a raíz de las deudas contraídas, acabó el jueves con la vida de dos mujeres y un hombre, hermanos, en la localidad madrileña de Morata de Tajuña. Ellas creían tener una relación con dos militares estadounidenses, a los que realizaron numerosos pagos incluso con la esperanza de recibir una herencia de siete millones. Con la popularización de internet, las redes sociales y las plataformas de mensajería 'on line', los estafadores del amor han encontrado un caldo de cultivo en el que medrar y encontrar más víctimas, con casos sonados en La Rioja como el de la abuela de Carolina, la niña asesinada por su madre en el hotel Los Bracos de Logroño.
Precisamente esta misma semana, la Jefatura Superior de la Policía Nacional en La Rioja daba a conocer que una logroñesa había sido víctima de una estafa amorosa que le costó 25.000 euros, fraguada a través de Instagram y el chat de Google. Dos hombres, que reclamaron a la mujer diferentes pagos por ficticias dificultades económicas y problemas médicos, fueron detenidos en Málaga por este y otros fraudes similares con los que llegaron a acumular 1,98 millones de euros.
De forma recurrente, Guardia Civil y Policía informan de estafas similares, en las que los delincuentes, entre otras estrategias, realizan un trabajo de información previo para ganarse a la víctima, llegan a ofrecerles algún regalo al inicio de sus contactos, buscan avanzar rápido en la relación para no perder tiempo en intentos fallidos y reclaman en un primer momento pequeñas cantidades de dinero para no hacer saltar pronto las alarmas.
El caso más mediático en La Rioja fue, en enero de 2020, el de la abuela de Carolina, que denunció haber sido estafa por un hombre, que decía trabajar en la ONU, al que entregó más de 100.000 euros en cuentas de Turquía e Indonesia para hacer frente a gastos médicos necesarios para sus hijos. La mujer se suicidó en el río Ebro horas antes de que su hija matase a su nieta Carolina, de cinco años, en el hotel Los Bracos.
También con un fraude amoroso estuvo relacionado el asesinato de Pedro José Sáez Alfaro, el profesor jubilado del instituto D'Elhuyar. La presunta inductora del crimen, una mujer que le habría estafado 60.000 euros mientras mantenía con él una «relación simulada». El profesor llevó el caso a los tribunales, pero antes de poder llegar hasta el final fue asesinado en su casa. Dos años después, en febrero de 2022, fue detenido en Italia como presunto autor un hombre de 33 años y nacionalidad marroquí, la pareja sentimental de la mujer.
Información y precaución, barrera ante las estafaas
Ante las posibilidades que las tecnologías de la información otorgan a los delincuentes, que en muchos casos emplean métodos analógicos adaptados a nuevas fórmulas, Policía y Guardia Civil realizan habituales recomendaciones para permanecer alerta y proteger igualmente a nuestros seres queridos frente a este tipo de estafas.
Concienciación
La información supone la primera barrera, conocer que este tipo de delitos existen para permanecer prevenidos y darlos a conocer, especialmente entre los mayores, que suelen ser más vulnerables a ellos.
Pocos detalles
Los estafadores se valen en muchas ocasiones de la información que las propias víctimas comparten en sus redes sociales: aficiones, estilo de vida, familia... Por ello es importante limitar los detalles que compartimos. Igualmente, en caso de recibir solicitudes sospechosas, no debemos ofrecer fotos inapropiadas, ni información personal o financiera.
No enviar dinero
Un consejo básico es, ante cualquier tipo de petición económica, no enviar dinero a alguien que solamente conocemos a través de la red.
Bajo sospecha
Busque la fotografía de la persona para ver si ha sido utilizada en otros perfiles, investigue su nombre, sospeche de historias incoherentes o de excusas constantes, trate de comprobar los detalles que le ofrezca...
Si sospecha haber sido víctima, corte de forma inmediata la comunicación, explique a alguien de confianza lo que le ocurre, conserve copias de las conversaciones y denuncie a la Policía o la Guardia Civil.
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