El paro fantasma del transporte

Ninguna de las asociaciones de transportistas mayoritarias en la comunidad autónoma secundan el paro ni lo consideran conveniente en esta situación. Desde Atradis (Asociación de Transportistas y Logistas de La Rioja), Santiago Gutiérrez señala que no saben quiénes están detrás de una convocatoria que «no tiene ningún sentido»: «No se sabe quiénes son, no se han puesto en contacto con nosotros, no pertenecen al Comité Nacional de Transporte por Carretera y ni siquiera sabemos lo que piden». Y tampoco en la sección riojana de la CETM (Confederación Española del Transporte de Mercancías) entienden a qué viene este movimiento: «No secundamos el paro, no sale de ninguna asociación ni entendemos bien lo qué pretente. La situación es muy delicada, sí, ¿pero qué adelantamos haciendo huelga? ¿Paramos el país entero, porque hay otros sectores económicos que tambíén están afectados? ¿Qué se consigue con eso? Y menos hacerlo de la noche a la mañana, en la situación en la que estamos», indica su presidente regional, Francisco Javier Arnedo.

Gutiérrez y Arnedo recuerdan que acaba de entrar en vigor (el 2 de marzo) la llamada cláusula del combustible, una reivindicación histórica del sector. Según la redacción del texto publicado en el BOE, «en los transportes por carretera, cuando el precio del combustible hubiese variado entre el día de la celebración del contrato y el momento de realizarse el transporte, el porteador, así como el obligado al pago, incrementarán o reducirán, en su caso, el precio inicialmente pactado», siempre y cuando esa variación fuese igual o superior al 5%. «Esa cláusula fue fruto de una negociación buena y efectiva con el Gobierno, el problema es que todo se ha desbocado con la subida tan intempestiva del gasóleo», señala Arnedo. El índice de variación del precio medio del gasóleo que toma como referencia es el que publica el Ministerio, que se actualiza cada mes y medio. Demasiado plazo para un momento tan volátil. «Esa cláusula está bien cuando el precio es más o menos estable durante un cierto periodo de tiempo, pero es que estamos en una situación explosiva», advierte Santiago Gutiérrez. El presidente de Atradis apunta que la solución puede llegar por la fijación, durante un plazo de tiempo razonable, de un precio invariable para el combustible que evite variaciones tan bruscas.