«No me parece digno ni decente de un país que haya subastas de profesionales médicos»

– ¿Tiene claro dónde se va a construir la futura Facultad de Ciencias de la Salud?

– Los estudios de Medicina son necesarios en un doble sentido: por un lado, para dar un salto cualitativo a nuestra universidad, porque no hay universidad ni en España ni en el mundo que esté en los mejores rankings y que no tenga estudios de Medicina. Y luego, en el ecosistema sociosanitario, donde ya tenemos un hospital universitario y un centro de investigación biomédica como el Cibir, nos faltaba formar aquí en Medicina a jóvenes de toda España. Lo importante es que haya estudios, no que estén aquí o allá. Les aseguro que en el curso 2026/27 me iré tranquilo cuando vea jóvenes de toda España con expedientes brillantes viniendo a La Rioja a empezar sus estudios de Medicina. Inicialmente apostamos por lo que los expertos nos decían, que lo mejor sería tener la facultad en el entorno del hospital y pensamos en el parking del Cibir, pero también hemos visto otra realidad: se hizo una Escuela de Enfermería nueva y se ha quedado pequeña en dos años. Queremos un edificio más amplio que pueda albergar no sólo Medicina, sino también dar cobertura a Enfermería. Y no será porque el Gobierno riojano desde el minuto uno no aporte todos los medios necesarios.

– Sobre ese esfuerzo económico, ¿cómo puede La Rioja retener médicos si ofrece peores condiciones que regiones vecinas?

– Bueno, yo pondría eso en cuarentena porque hablamos de percepciones. Fue este periódico el que publicó cuántas profesionales de Enfermería venían de fuera y resulta que son más que las que se van, por lo que no somos tan inatractivos. Podemos competir con otras herramientas que ponderan el potencial de La Rioja como región de bienestar. Pero, por otro lado, tiene que haber médicos para el conjunto del país: un centro de Atención Primaria de un pueblo de Extremadura ha de tener las mismas posibilidades que uno de Madrid o de Bilbao. Tenemos recursos, hemos ampliado el capítulo sanitario en 56 millones, un 9,88% más. Hay dinero, lo que no hay son especialistas. Todos tenemos que disponer de profesionales y que decidan dónde quieren estar. Esto no es una subasta de profesionales, no puede ser. Tiene que ser la decisión de cada persona, no porque aquí puedas tener un estímulo económico superior que al lado. No me parece digno, eso no me parece decente de un país cuando tanto se habla de cooperación y solidaridad territorial.

– Con la inyección de recursos, las listas de espera se han reducido a la mitad. ¿Pretende continuar en esa línea?

– Yo me comprometí de una manera muy decidida y clara a usar todos los recursos que tuviera para bajar unas listas de Sanidad que eran escandalosas. Hemos pasado de 123 días en la lista de demora media quirúrgica a 59,3 días y de 9.000 pacientes a 6.500. A partir de ahí es muy difícil seguir bajando porque parte de esa tensión asistencial es un tema sociodemográfico por una población cada vez más envejecida que requiere más atención. Nadie tiene una varita mágica para solventar un problema tan complejo, pero hasta que no demos un salto cualitativo con mejores infraestructuras y los nuevos centros no llegaremos a lo que nos gustaría.

– En Educación, medidas como el cheque-Bachillerato se asumen como un guiño a la concertada. ¿Mantendrá esa tendencia?

– Le voy a hacer unos guiños a la pública y no me van a quedar ojos. Hay que tener un mínimo de seriedad para no hablar de la calidad de los menús escolares. Cuando llegamos, en septiembre de 2023 yo no veía más que tortillas verdes, cristales, pelos, quejas de todas las AMPA y un servicio que se había prorrogado. Se acordó que el precio del menú no fuera lo que primara en la adjudicación del servicio, sino la calidad. Sí, cuesta más, pero ¿qué es más importante: si cuesta más o es de más calidad? Los recursos para educación han crecido 50 millones de euros en dos cursos, un 13,88% más. Que alguien me diga si se ha invertido más recursos en la educación pública que en estos años. Ahí están los datos: 400 profesores más, comedor gratis para los niños de 0 a 3, dos millones más y mil familias más con becas de comedor este curso, la actualización del bono infantil, el acceso gratuito al primer curso de universidad... Si esos cinco datos no son de clara apuesta por la educación pública, lo debato con quien quiera.