«Aquí hemos venido por salvar la vida»
Una pareja palestina es acogida en Logroño por el hermano de ella con el deseo de comenzar una nueva vida en La Rioja, huyendo de la guerra, y piden «ayuda para empezar»
Natalia Abou Garad Soto y Ahmed N. M. Yaghi ya solo piensan en rehacer sus vidas en España. Concretamente, en Logroño, a donde llegaron el ... pasado jueves, acogidos por el hermano de ella, Akram, y su familia. Su madre, ya fallecida, era de Leiva y conoció a su padre en Madrid, donde estudió Ciencias Políticas. La familia vivió un tiempo en Santo Domingo, donde nació Akram y una tercera hermana, Fátima, y después se trasladó a Gaza, donde nació Natalia, quien, no obstante, tiene la doble nacionalidad palestina y española. Natalia, de 26 años, es profesora y había logrado una plaza por oposición, iniciando su vida junto a Ahmed, administrativo especializado en redacción de proyectos de obra de 36 años.
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Todo estalló el sábado 7 de octubre, cuando Natalia se levantó temprano para trabajar y empezó a oír misiles. «Nos pilló por sorpresa. Habíamos ido de compra el viernes y no habíamos notado nada», recuerda Natalia en buen castellano. Aunque, rememora, en 2021 ya hubo bombardeos, no pensó que estos llegaran esta vez a Gaza, en el Norte, porque antes el conflicto se había centrado en el Sur. Pero se cortó internet, la electricidad, el agua... y tuvieron que salir de allí.
Entonces comenzó un periplo de un mes que les llevó, después de cinco destinos, a Rafah, donde esperaron la evacuación por parte del Consulado de España en Jerusalén. Fueron momentos tensos, con miles de personas intentando salir de allí. Después, el periplo hasta El Cairo, con continuas detenciones del autobús. Y, por fin, el vuelo que les trajo a España junto a otros 137 hispano-palestinos el pasado 16 de noviembre. Aunque en un principio les destinaban a un albergue de Cáceres, su hermano Akram, exjugador del La Calzada y trabajador de la notaría de Haro, decidió hacerse cargo de su hermano y su marido, intentando que rehagan su vida en La Rioja.
«No hay un protocolo como cuando la guerra de Ucrania. Los primeros días me encontré las puertas cerradas»
Akram Abou Garad Soto
Hispano-palestino en Logroño
«Nosotros allí vivíamos bien, dentro de la situación que había, hacíamos vida normal. Y, por supuesto, no me gusta lo que ha pasado»
Natalia Abou Garad Soto
Hispano-palestina
«Nuestra visión del futuro no está clara porque hemos venido obligados por la situación y sin esperarlo, pero tenemos esperanza»
Ahmed N.M. Yaghi
Palestino
«Nuestra visión del futuro no está clara porque hemos venido obligados por la situación y sin esperarlo. Queremos tener estabilidad, una casa propia, trabajo... Poder llevar una vida digna. No sabemos lo que va a pasar pero tenemos la esperanza de seguir adelante porque estamos preparados y somos jóvenes, aunque necesitamos una ayuda para empezar», expone Ahmed. Su cuñado, padre de dos hijos, les acoge estos días en su vivienda del barrio Los Lirios y les acompaña en los trámites necesarios para su registro legal en España en la Delegación del Gobierno en La Rioja y pidiendo ayuda social en Cruz Roja. Una de las cosas que ya ha hecho la pareja palestina es apuntarse a un curso de castellano en el Centro de Educación de Personas Adultas 'Plus Ultra'. Ahmed habla bien inglés y Natalia quiere perfeccionar el castellano escrito y leído.
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«Tenemos que empezar la vida aquí, aunque sea difícil. Allí la guerra puede volver otra vez y siempre vamos a estar igual porque el problema es histórico. Ahora la gente allí no tiene trabajo y no hay dinero ni para pagar porque ya no hay bancos», admite Natalia, quien, por otra parte, lamenta que no sabe nada de su casa, solo, por unos vecinos, creen que la han bombardeado y seguramente ya no quede nada. Ellos han venido prácticamente con lo puesto y lo han perdido todo, dejando allí su anterior vida.
«Mucha violencia»
«Aquí hemos venido por salvar la vida porque allí está todo destrozado. Nosotros allí vivíamos bien, dentro de la situación que había, hacíamos vida normal. Y, por supuesto, no me gusta lo que ha pasado», declara Natalia. Han escapado de la barbarie, aunque reconocen que no la han visto con sus propios ojos, sino, como aquí en España, en vídeos. Huyeron antes de la guerra. «Ha habido mucha violencia y nos ha sorprendido. Lo veíamos en vídeos y pensábamos: «¡¿Pero qué es esto?!»», confiesa Ahmed.
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En cuanto al conflicto, Natalia opina que tiene que ver con los presos. «Hamás ha actuado por los encarcelados. Llegaron a soltar a 1.500 palestinos por uno de ellos», señala Natalia. Y ese conflicto les ha traído ahora a La Rioja, la tierra natal de su madre, donde partir de cero con la ayuda de su hermano y, espera, de la sociedad riojana y la Administración española. Porque, de momento, Akram y su familia se están viendo un poco solos a la hora de afrontar la situación.
«No hay un protocolo como cuando la guerra de Ucrania, que hubo una orden ministerial. Los primeros días me encontré las puertas cerradas», explica Akram, quien espera poder contar con ayuda para impulsar a Natalia y Ahmed hacia su nueva vida.
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