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Martes, 23 de enero 2018, 11:55
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Ya se sabe que 'año de nieves, año de bienes'. Así que tras un año 2017 extraordinariamente seco, el mejor regalo que puede deparar el 2018 son las precipitaciones. En su arranque se ha esmerado en ello (sólo cabe recordar la gran nevada de la festividad de Reyes, de una intensidad como no se había visto en décadas en La Rioja). Como resultado, los embalses de la región acumulan en la actualidad más del doble de agua que la media que registraron durante el pasado mes de diciembre.
Según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, los tres pantanos riojanos guardan en estos momentos 44,2 hectómetros cúbicos de agua en conjunto, frente a los 17,9 hectómetros cúbicos que atesoraron de media el mes pasado.
De esa reserva total, a Mansilla le corresponden 24,1 hectómetros cúbicos (está actualmente al 35,5% de su capacidad); al González Lacasa, 12,5 hectómetros cúbicos (38% de su capacidad); y a Pajares, 7,6 hectómetros cúbicos (21,7% de su capacidad).
La situación ha virado en especial en nel caso del pantano de Mansilla. De ser el que acusaba en mayor medida la falta de lluvias, ha pasado a registrar el mayor incremento en volumen de agua embalsada.
24,1 hectómetros cúbicos acumula el embalse de Mansilla, que ha quintuplicado su volumen en un mes.
El pasado diciembre, el embalse situado en el río Najerilla albergaba una media de sólo 4,9 hectómetros cúbicos y languidecía con apenas el 7,3% de su superficie inundada.
Un mes después, el agua que aloja se ha quintuplicado (hasta alcanzar los citados 24,1 hectómetros cúbicos) y las ruinas del antiguo pueblo de Mansilla, que se convirtieron durante meses en exponente de la sequía, han vuelto a quedar cubiertas por las aguas. A este significativo aumento del volumen embalsado han contribuido los temporales que azotaron La Rioja en los primeros días de enero y que dejaron nieve en abundancia y precipitaciones.
Así, por ejemplo, antes de la gran nevada del pasado día 6 Mansilla reunía 15,6 hectómetros cúbicos (estaba al 23,1% de su capacidad); González Lacasa, 9,8 hectómetros cúbicos (al 29,8%) y Pajares, 6,8 hectómetros cúbicos (19,5%). En relación a hace quince días, el volumen de agua embalsada ha crecido en Mansilla más del 12%, el 8% en el González Lacasa y el 2% en Pajares.
El Ebro a su paso por La Rioja también refleja los efectos de esas lluvias y del deshielo. Ayer bajaba con un caudal de 171 metros cúbicos por segundo en Logroño y de 565 por Castejón (a la altura de la localidad riojana de Alfaro). Antes de la festividad de Reyes, arrastraba unos escasos 94 metros cúbicos/segundo en Logroño y 309 en Castejón. Al pico máximo en este mes llegó el pasado día 7 en Castejón con 861 metros cúbicos por segundo y en Logroño, con 336.
hectómetros cúbicos acumula el embalse de Mansilla, que ha quintuplicado su volumen en un mes.
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