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Actuación de la joven orquesta Collegium Musicum. :: justo rodríguez
Con lluvia y sol, y doble ración de himno

Con lluvia y sol, y doble ración de himno

Los muchachos de Pioneros, los más entusiastas con su 'medalla', y Pablo Sáinz, el más aplaudido con su concierto

ESTÍBALIZ ESPINOSA

SAN MILLÁN DE LA COGOLLA.

Domingo, 10 de junio 2018, 09:42

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Como la boda del pastor, con lluvia y sol. Así se vivió el acto institucional del Día de La Rioja ayer en San Millán de la Cogolla. El tiempo jugó al despiste, lo que explica la conjunción de sandalias, zapatos e incluso algún que otro botín sobre el empedrado del Monasterio de Yuso.

El agua hizo pronto acto de presencia, en el primero de los discursos (de Pablo Sáinz Villegas), pero tan pronto como vino se fue. Bastaron unos acordes de la Gran Jota de Tárrega interpretados por el genial guitarrista para despejar de nubes el valle.

El impás, eso sí, dejó curiosas estampas. Paraguas de todo tipo (y de todo a cien), los tarjetones del acto a modo de gorros de agua, a los monjes haciendo uso de las capuchas de sus hábitos y a la eurodiputada Esther Herranz portando su pañuelo a modo de hiyab. Vamos, todo muy multicultural, como el mensaje de fondo pronunciado por el propio Sáinz Villegas.

Pero el guitarrista, muy aplaudido y ovacionado tras su actuación sorpresa, no fue el único en dar la nota. La joven orquesta Collegium Musicum La Rioja, con Alfredo Rodríguez al frente, interpretó los himnos oficiales; el de España por duplicado por un error de protocolo y el de La Rioja.

No sonaron, pero deberían haberlo hecho para sonrojo de sus dueños, los numerosos móviles en activo durante los discursos institucionales. Cierto que casi dos horas de oratoria dan para algún que otro paseo por los cerros de Úbeda, pero.... ¡por favor!, un poco de disimulo y, como dijo Alberto Corazón (en boca de Carlos Sáenz de Santamaría), «un poco de solemnidad en los gestos e incluso en la vestimenta es muy necesario».

Sobre la vestimenta, precisamente, resulta difícil generalizar. Los trajes oscuros de ellos dan poco margen para el error y únicamente Pablo Sáinz prescindió de la corbata para recoger su distinción de Riojano Ilustre, lo que compensó con el uso de chaleco.

Aurora Pérez, por su parte, compensó su pequeña estatura (no lo digo yo, lo dijo ella ante el atril) con un acertado traje de tonos dorado, porque de alguna manera había que hacer brillar la Medalla de La Rioja otorgada a la Fundación Pioneros, de la que es presidenta. Por cierto, que los muchachos de Pioneros presentes en San Millán merecieron las primeras filas. Fueron los más entusiastas con su 'Medalla de La Rioja', aplaudiendo, jaleando y poniéndose en pie con cada mención a la fundación y a su presidenta.

Desde las primeras filas, la consejera Begoña Arregui plantaba cara al inestable tiempo con un vestido estampado sin mangas y la alcaldesa de Logroño echaba mano de una chaqueta achanelada para arropar su vaporoso vestido celeste, mientras que la alcaldesa de San Millán, Raquel Fernández, apostaba todo al rosa y al corto. Más clásicas, la consejera de Salud, María Martín, optó por el abrigo de encaje para cubrir su conjunto y la de Desarrollo Económico, Leonor González, por un estampado floral más que vistoso.

Una variedad de conjuntos y colores trasladable al resto de invitadas al acto y bastante alejados del glamour de antaño, donde cabían hasta las pamelas.

Brindis en el claustro

El acto oficial del Día de La Rioja acabó con un distendido ágape en el claustro del monasterio de Yuso, un enclave de lujo para el brindis final.

Mi brindis personal, amén de para La Rioja y los riojan@s, fue para la responsable de traducir simultáneamente a la lengua de signos las casi dos horas de discursos vividas ayer en San Millán de la Cogolla. Dos horas gesticulando, hablando para los sordos y sin amago de cansancio, para que luego vengan los de los móviles tecleando su aburrimiento...

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