La igualdad laboral no es real ni efectiva, según CCOO de La Rioja

Alcalde y García han asegurado que todavía falta concienciación, incluso en los sectores más feminizados, sobre estas desigualdades.

Según los últimos datos del paro en la Encuesta de Población Activa (EPA), las responsables han precisado que «el desempleo en La Rioja tiene rostro femenino», con un 11,33 por ciento de desempleadas, frente a un 9,37 por ciento de parados.

Además, el salario medio de un hombre es de 24.653 euros frente a los 19.047 euros de una mujer, ha añadido Alcalde, quien ha citado la Estadística Estructura Salarial 2016.

Son las mujeres las que más jornadas parciales tienen, un 80,87 %, mientras que el 58,86 % de los hombres trabaja a jornada completa, ha puntualizado y ha precisado que, las mujeres son mayoría en sectores como Servicios, la actividad con los peores salarios.

«Cuando las mujeres nos incorporamos masivamente al mercado de trabajo, lo hacemos en sectores en los que reproducimos las tareas que hacíamos en el hogar, como servicios o educación, donde no se necesita una gran formación ni se paga demasiado», ha detallado García.

También ha considerado que existe una importante desigualdad en la valoración de las tareas que realizan las mujeres y los hombres.

Según sus datos, el 44 % de la brecha salarial se debe a la percepción o no de complementos salariales, que se asignan de manera personal y discrecional; se valora la penosidad, la nocturnidad o la peligrosidad en trabajos que han venido desarrollando los hombres, pero no se premia, por ejemplo, la satisfacción de los usuarios en la atención a la discapacidad, una tarea desempeñada mayoritariamente por mujeres, ha lamentado.

En función de los últimos datos de 2016, el sindicato también ha observado sesgo de género en la promoción interna, dado que, en casi todas las actividades económicas, «las mujeres reciben un salario peor que los hombres, ya que suelen ocupar categorías inferiores».

La formación es otro de los apartados en los que el sindicato ha comprobado que existe desigualdad, ha comentado García, quien ha señalado que «hay una gran brecha de género en la oferta formativa, ya que se ofrecen cursos más relevantes para los hombres».

Asimismo, el sindicato cree que las mujeres todavía tienen una doble exigencia en su puesto de trabajo al tener que demostrar constantemente su valía.

Estos datos, ha precisado García, evidencian cierta falta de concienciación sobre la desigualdad entre hombres y mujeres en el mundo laboral tanto en el ámbito de la gerencia como en el de las plantillas, lo que puede deberse «al espejismo de la igualdad, causado porque el discurso legal y normativo está formulado en esos términos».

También influye el hecho de que las plantillas estén formadas mayoritariamente por mujeres, lo que da a entender que no existe discriminación, al contrario, que son ellas las que mandan.

«Pero la realidad del día a día demuestra lo contrario, ya que continúan existiendo puestos y tareas con claro sesgo de género (mantenimiento/limpieza); la oferta de contrataciones parciales y temporales para trabajadoras».

Además, en materia de salud laboral con perspectiva de género, ha entendido que la cultura preventiva se ha centrado en estudiar trabajos ocupados tradicionalmente por hombres y en estudiar a hombres.

Ha asegurado que la doble jornada a la que sigue sometida la mayoría de las mujeres requiere un sobresfuerzo con graves repercusiones sobre su salud; el acoso y las agresiones físicas y psicológicas en el trabajo tienen como víctimas mayoritariamente a las mujeres; y las diferencias biológicas entre los sexos hacen que la salud de las mujeres se vea afectada de diferente manera aún desarrollando el mismo trabajo que los hombres.