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Fernando Salamero, presidente del Consejo Regulador y del Grupo Rioja, conversa con vocales de ARAG-Asaja en una imagen de archivo. :: Miguel Herreros
Grupo Rioja quiere plantar tres mil hectáreas en 3 años como alternativa a la liberalización

Grupo Rioja quiere plantar tres mil hectáreas en 3 años como alternativa a la liberalización

El resto de asociaciones, tanto de bodegas como de viticultores, rechazan más masa vegetal mientras no haya recuperación de ventas

Alberto Gil

Logroño

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Jueves, 1 de enero 1970

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Difícil. Ya lo fue en el 2015 y no será sencillo renovar el acuerdo de crecimiento 'ordenado' de la DOC Rioja que permite evitar la liberalización de nuevas plantaciones y, sobre todo, reducir a cero la entrada de autorizaciones administrativas procedentes de otras regiones (replantaciones). La fecha tope está ahí, el próximo miércoles 31 de octubre como máximo, como una espada de Damocles sobre el sector de Rioja, ya que si no hay acuerdo para entonces (son necesarios 150 votos de los 200) el escenario que se afronta es la liberalización inmediata de las plantaciones con más de una década de adelanto a la fecha prevista por la Unión Europea (2030).

El pleno del Consejo Regulador se reúne mañana para intentar alcanzar un acuerdo que evite esta última opción -en el 2015 se 'blindó' Rioja con un crecimiento de 1.420 hectáreas pactadas para el trienio-, pero, de momento, las posturas están bastante alejadas.

El Grupo Rioja, la organización bodeguera dominante con el 79% de los votos de la rama comercial, tiene la 'sartén por el mango', ya que sin su visto bueno no hay ningún acuerdo posible y su planteamiento hasta hoy provoca el rechazo unánime del sector, tanto del resto de agrupaciones bodegueras como de productores.

Grupo Rioja tiene 'la sartén por el mango', ya que sin su visto bueno no hay un acuerdo posible

Íñigo Torres, gerente del Grupo Rioja, explica que lo que su asociación ha propuesto es crecer el 1,5% anual -en un pacto de tres años- sobre la superficie actual, lo que en la práctica supondría aumentar la masa vegetal en casi 3.000 hectáreas -a las que habría que sumar las más de 1.000 pendientes de hincarse del trienio 2016/2018-: «No podemos pensar en el corto plazo; es cierto que hay una bajada de ventas, pero es coyuntural y hay que tener en cuenta que las plantaciones tardan varios años hasta que entran en producción». Torres está convencido de que Rioja «recuperará la senda de crecimiento de ventas» e insiste en que su asociación no es partidaria de la liberalización, sino de un «crecimiento ordenado para, entre otras cosas, volver a rendimientos del 100% que garantizan una mayor calidad». «Estamos dispuestos -continúa- a ser flexibles en el planteamiento, pero el resto de asociaciones deberán hacer también un esfuerzo».

Los argumentos no convencen, sin embargo, ni al resto de organizaciones comerciales ni, por supuesto, a las de productores. Bodegas Familiares de Rioja, a través de su presidente, Eduardo Hernáiz, es claro: «Las ventas están cayendo y la ratio la tenemos en 3,11, con lo que no se puede plantear ahora un escenario de crecimiento». «Debemos pensar -continúa- en valor y en calidad, pero una propuesta así, en un momento tan inestable, supondría tirar por el suelo los precios de la uva en las próximas campañas». Bodegas Familiares no quiere la liberalización pero insiste en que «no podemos seguir pensando en ser cada vez más 'grandes' en superficie y menos 'grandes' en prestigio ni en hacernos trampas a nosotros mismos».

En la misma línea, la Asociación de Bodegas Centenarias y Tradicionales (ABCT) se inclina por no plantar en el 2019 -más allá de las hectáreas paralizadas del anterior trienio- mientras no se despeje el horizonte de las ventas: «La situación no está para plantar en estos momentos; ya veremos en el 2020», señala Begoña Jiménez, coordinador de la asociación bodeguera. «Nuestra asignatura pendiente es pensar en calidad y no únicamente en cantidad».

Sector productor

Tampoco el sector productor participa del plan de Grupo Rioja. Fernando Ezquerro, presidente de Fecoar (cooperativas), tiene claro que «es necesario un acuerdo para evitar la liberalización». Ahora bien, no comparte los planes de Grupo Rioja: «Nuestra postura es plantar lo que ha quedado atrasado del trienio anterior y esperar a 2020 para negociar un pacto de futuro si las ventas se han recuperado». «Siempre hemos sido responsables -continúa- y hemos firmado todo tipo de acuerdos, pero hay mucha presión con las ventas cayendo como para crecer en plantaciones en las condiciones que se proponen; el planteamiento es una barbaridad que rompería el equilibrio por el que llevamos tantos años trabajando».

ARAG-Asaja, que anoche reunía a su comisión del vino, tampoco está por la labor: «No es momento de crecer más, sino de vender más», asegura tajante José Antonio Torrecilla, secretario general del sindicato. Asaja teme la liberalización, pero recuerda que quedan «más de 1.000 hectáreas por plantar atrasadas», con lo que plantear «nuevos crecimientos antes del 2020, sin recuperación de ventas, no son un escenario válido para nosotros».

José Luis Pisón, vocal de la UAGR, explica que su sindicato tendrá una reunión hoy mismo [esta noche] de cara al pleno del Consejo Regulador de mañana: «De momento -explica-, lo que tenemos claro es que el planteamiento que hacen las bodegas del Grupo Rioja es inasumible». Pisón es partidario, como el resto de asociaciones, de repartir y plantar en el 2019 lo que quedó pendiente del trienio y esperar a 2020 para ver la evolución de ventas: «Es necesario un acuerdo para evitar la liberalización, pero ante todo hay que ser prudentes». La UAGR reclama también que de las nuevas plantaciones se reserve una parte para nuevas incorporaciones de jóvenes al campo.

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