La Fiscalía mantiene la petición de 19 años para el acusado de abusar de dos menores

Según la acusación del Ministerio Fiscal -las sesiones han sido a puerta cerrada y, con la excepción de la defensa, el resto de partes rechazó hacer aportaciones sobre su desarrollo-, en el transcurso de una fiesta rociera que se celebró en las piscinas de Arrúbal en la noche del 20 de julio del 2013, el procesado propuso a un grupo de niños, entre los que se encontraban sus dos hijos, jugar al escondite. Su intención, siempre según el relato de la Fiscalía, era «quedarse a solas con la menor a la que por turno le correspondiese contar bajo el pretexto de que así le ayudaría en tal actividad». Así, completa el fiscal, «guiado por el ánimo de satisfacer sus deseos sexuales» abusó de dos menores.

Las denuncias presentadas por los padres de las víctimas condujeron a la detención del procesado una semana después de que tuviera lugar la presunta agresión.

Desde la defensa, por su parte, se ha venido sosteniendo que las denuncias forman parte de un complejo plan urdido por la expareja del imputado para «obtener un trato preferencial en el divorcio» que habían comenzado a tramitar. Según su versión de los hechos, aquella noche jugó durante unos 40 minutos con una decena de niños «en un espacio no superior a 20 metros cuadrados, en un terreno diáfano y abierto a cualquier viandante». A escasos metros del lugar, donde jugaba con los niños «y con contacto visual directo, se encontraban sentados los padres y madres de referidos menores, disfrutando del día festivo».

Además, apuntó que durante los juegos «nunca se quedó a solas con ningún niño ya que en el lugar se encontraban presentes los demás menores» y que al terminar de jugar con ellos «se sentó con el resto de padres y madres hasta entrada la madrugada sin que ninguna de las niñas denunciantes expresara ningún acto o hecho inusual».