Hambre de fiesta por la patrona

Los alfareños despidieron el 20 de agosto sus fiestas patronales por San Roque y San Ezequiel con la resignación de que el calor no se apuntó al ambiente en las noches. Y con la llegada de sus terceras y últimas fiestas del calendario, las que comparten hasta el martes por su patrona la Virgen del Burgo, la sensación es la misma: cielos nublados y temperaturas suaves. Aún así, que el termómetro fuera benévolo en la tarde de ayer activó el ambiente, centrado en estas fiestas en los barrios de la patrona.

Tras respetar la mañana como laborable, la primera suelta de reses bravas sacó a la gente a la calle para seguir después con degustaciones de migas, monólogo, música y magia en la peña Pararrayos o gran ambiente en terrazas, avivado por la charanga La Veleta.