Evangélicos bautizados en el río Iregua como Jesús en el Jordán

El pasado domingo cuatro fieles de la iglesia cristiana evangélica El Olivo de Logroño fueron bautizados en el río Iregua. Fue a pleno sol, al borde de las 14.00 horas, lo que suscitó la curiosidad de numerosos paseantes que transitaban a esa hora por el parque del Iregua. Muchos seguidores de esta religión asistieron al evento con naturalidad, asomados a los puentes, cantando, celebrando el rito.

Anteriormente ya se han celebrado otros bautizos en el río Iregua. De hecho, la iglesia evangélica de la Puerta de Logroño los hace todos los años, entrado ya el verano. Durante el rito de El Olivo, cuyos fieles son mayoritariamente rumanos, pacientemente esperaban a que terminasen su celebración otras decenas de seguidores de otra iglesia evangélica, la mayoría de etnia gitana, para proceder con su misa, igualmente al aire libre, en pleno parque. Las iglesias evangélicas de Logroño encuentran en el Iregua un río como el Jordán, donde Jesús de Nazaret se bautizó cumplidos los 30 años.

El escaso cauce en esta época, con poca profundidad y corriente, hace que el Iregua se convierta en un río de recreo en verano al que muchos logroñeses acuden en sus ratos de ocio, sobre todo los calurosos fines de semana y días festivos. Muchos se bañan en las pozas. Y otros se bautizan. La iglesia El Olivo aprovechó una canalización, donde el agua es aún más mansa, para introducirse y practicar los bautizos. El pastor, Constantin Bercea, se introdujo en el agua para dirigir la ceremonia ataviado con una túnica amarilla, a diferencia de la blanca de los bautizados, aunque con bañador por dentro. «En verano es mucho mejor hacer los bautizos al aire libre porque Juan Bautista lo hizo en el Jordán. Lo bueno es que sea un río con agua que fluya, no un pantano. En invierno, por el frío, lo hacemos dentro de la iglesia, pero en verano todas las iglesias, españolas y rumanas, hacemos los bautizos siempre en el río», explica Constantin Bercea. También llama la atención la edad adulta de los bautizados frente a los escasos meses desde el nacimiento de las personas que cumplen con este sacramento en la religión católica, mayoritaria en España. «Jesús dijo que quien crea se debe bautizar y será salvado. Un niño no puede creer porque no tiene conocimiento suficiente. Una persona adulta puede decidir por sí misma», expone el sacerdote evangélico.

«Cuando tenemos candidatos que quieren seguir al Señor, que quieren hacerse cristianos, celebramos el bautizo. No hay una fecha concreta, nosotros preguntamos si hay alguien que quiera seguir a Jesús, hacemos una catequesis y, después, le traemos aquí y le bautizamos», describe Bercea. Por lo demás, el sacramento es similar al católico. Los protagonistas se cambian de ropa y comen todos juntos. «Aquí estamos con las familias y la gente de la iglesia, charlando, cantando, pasando un buen rato», declara el pastor. Y cabe destacar que, al finalizar, tras la asistencia de cientos de personas, las zonas de esparcimiento quedaron bastante limpias, aunque con las papeleras a rebosar.