«Los estafadores saben que el plano afectivo es uno de nuestros puntos débiles»
Silvia Barrera Jefa del grupo de investigación tecnológica de la PolicíaLa inspectora alude al acompañamiento para evitar los fraudes amorosos, que se ceban con «mayores y quienes están solos»
Las estafas amorosas no son algo ajeno a La Rioja. Y es casos como el de los tres hermanos asesinados en Madrid son solamente la ... superficie visible de una problemática que se esconde entre investigaciones policiales, los engaños de los delincuentes y la vergüenza de las víctimas. Silvia Barrera, jefa del grupo de investigación tecnológica de la Jefatura Superior de Policía de La Rioja, alude al círculo cercano a la potenciales víctimas, principalmente personas en soledad, para poner coto a unos estafadores que proliferan con la red.
«En La Rioja tenemos una situación similar al resto de España porque los autores eligen a las víctimas por un perfil, da igual que sean de aquí, de Madrid o de Valencia», comenta Silvia Barrera al recordar varios casos que se han producido en la región con internet como ese necesario facilitador: «Por una parte, la red permite llegar a cualquier persona y, por otra, a la víctima le permite contar sus sentimientos de una forma más íntima que en el cara a cara».
La gran mayoría de estafas amorosas se hacen a través de internet, «es muy raro que el delincuente intente un acercamiento físico a la víctima», y resultan «muy rentables, es algo que puede acabar con todos los ahorros de la persona afectada, y cuando esto ocurre las víctimas suelen acudir a familiares y amigos para conseguir más dinero».
No hay príncipe azul al otro lado del ordenador o del teléfono móvil. En muchas ocasiones, ni siquiera es un único individuo el que se esconde tras los falsos perfiles. «Son bandas organizadas. Unas personas inician los primeros contactos con la víctima, otras se encargan de chatear después y mantener las conversaciones, mientras que otros son los que reciben el dinero», explica Silvia Barrera, detallando cómo estas estafas cuentan con su propio manual de instrucciones para los delincuentes: «Se trata de personas entrenadas para esto, que cuentan con un repositorio de preguntas que hacer, de comportamientos, de fórmulas para enganchar, saben cuando solicitar el dinero, las excusas tienen que deben emplear...».
«Están entrenados, saben qué decir, cómo enganchar, cuando pedir dinero...»
«Puede acabar con los ahorros de la persona afectada, que también acude a familia y amigos»
La inspectora recalca que «estas bandas saben perfectamente que en el plano afectivo es uno de nuestros puntos débiles, especialmente en personas mayores o que están solas», por ello habla de la importancia de la compañía: «Acudimos a la Policía en estos casos pero se trata más de estar cerca del familiar que lo necesita, acompañar a quienes están solos. Además, debemos darles pequeños consejos, advertirles que en internet se puede adquirir cualquier identidad, obtener información si le vemos hablando con alguien... pero hacer todo con mucho tacto. Son situaciones del ámbito íntimo y las víctimas, a menudo, en vez de darse cuenta de que han sido engañadas creen que les estás interrumpiendo una relación».
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