La enemiga de las plantas

La Jornada Agrícola de Entrena, que ayer se trasladó a la Bodega Institucional de La Grajera para celebrar su décima edición, abordó los síntomas que causa esta patología y las actuaciones que se están llevando a cabo en la región para su control. El jefe de sección de Protección de Cultivos, José Luis Ramos, insistió en que «lo único que podemos hacer en la actualidad es prevenir la enfermedad y erradicarla en cuanto se detecta, mientras la ciencia avanza y encuentra soluciones».

Y eso que este patógeno es conocido. Apareció en el continente americano a finales del siglo XIX provocando el mal de Pierce en el viñedo, si bien hasta 1987 no se identificó como agente causal. De su salto a Europa se tuvo constancia en el 2013, cuando devastó el olivo en Italia. Y posteriormente se ha propagado por Francia y Alemania. A finales del 2016 se localizó el primer foco en España, en las Islas Baleares. En junio del 2017 llegó a Alicante, en una plantación de almendros.

En La Rioja no se ha manifestado por ahora, si bien desde la Consejería de Agricultura (organismo que promueve la Jornada Agrícola junto con el Ayuntamiento de Entrena) instaron ayer a los agricultores a extremar la vigilancia. «Ellos están todo el día en el campo y resulta importante darse cuenta cuanto antes para eliminar la planta enferma antes de que la Xylella se extienda. Una vez extendida, es prácticamente imposible contenerla», indicó Ramos.

La bacteria se propaga mediante la acción de insectos vectores. La Xylella fastidiosa se multiplica dentro de los vasos conductores de la savia (xilema) y los llega a taponar. Aunque los síntomas pueden variar mucho de unos hospedantes a otros, en general provoca marchitez y un decaimiento de la planta.

En mayo del 2016 se constituyó un grupo de trabajo en la región para coordinar todas las acciones relativas a la vigilancia de este patógeno. Fruto del mismo, se diseñó un plan de contención y el pasado año se llevaron a cabo inspecciones rigurosas e intensivas en viveros, plantaciones, parques y jardines, y masas forestales. No obstante, la colaboración de los agricultores resulta fundamental porque «si algún día llega aquí no sabemos cómo se va a comportar y el riesgo es bastante alto», alertó el jefe de sección de Protección de Cultivos.