Un ejército de solidaridad

A punto de cumplir su primer cuarto de siglo de vida, la Federación Riojana de Voluntariado Social hace gala de los beneficios de su edad: vigor, ilusión y una fortaleza que ninguno de los virus de la sociedad moderna logra debilitar. Desde su nacimiento en 1995 no ha dejado de crecer y hoy aglutina ya en su seno a 43 entidades del tercer sector (aquí puede consultar el listado) a las que a finales de mes se sumarán tres más para aportar a los más necesitados de la región un ejército de más de 8.000 voluntarios armados con un arsenal de solidaridad y generosidad. Todas ellas, y algunas más, tendrán su espacio en esta sección, Banderas blancas en un mundo de piratas, que hoy arranca.

El sufrimiento, el dolor y la desesperanza que trajeron la crisis económica acuñó una moneda regional en el que el drama representado en su cruz hizo brillar aún más un anverso de reluciente brillo, una cara, miles de rostros, que echaron el resto para convertir a la Federación Riojana de Voluntariado Social en un gigante de altruismo, de fraternidad, de mano tendida al prójimo. «Yo siempre he dicho que La Rioja es la región de España que mejor responde para todo, en donantes, tanto de sangre como de órganos; las ayudas económicas no merman, por ejemplo en el caso de la Cocina Económica, que lleva 125 años; y la gente responde extraordinariamente y se ofrece a ayudar, por eso tenemos en La Rioja un número impresionante de voluntarios, más de 8.000 personas», se enorgullece Emilio Carreras, presidente tanto de la Cocina Económica como de la propia Federación Riojana de Voluntariado Social.

«La gente se volcó, especialmente durante la crisis económica, años en los que aumentaron las donaciones y el número de voluntarios. Los riojanos reaccionaron estupendamente y, aunque no con tanto vigor como entonces, esa ola de solidaridad y generosidad se mantiene», que se felicita del crecimiento continuo de la federación -tres entidades más han solicitado ya su adhesión, prevista a finales de este mes de abril, aunque solo una de ellas, la Fundación Desarrollo y Asistencia, ha presentado la documentación y los requisitos que se precisan- y del rejuvenecimiento de sus bases. «Hace unos años la mayoría de los voluntarios eran jubilados, pero estamos notando que últimamente va bajando bastante la edad, muchos estudiantes, que lógicamente no pueden dedicar muchas horas a la semana, pero que lo importante, de eso estoy convencido, es que la mayoría de ellos, una vez que se han metido, seguirán hasta el final. El que se mete voluntario sigue ahí hasta que se muere, porque engancha, la satisfacción que uno tiene es muy superior a la que pueden recibir los demás», alaba Carreras a esta marea humana solidaria que está integrada por casi el doble de mujeres que de hombres, 65% frente al 35%.

Pero esa fuerza necesita de nuevos músculos y por ello, la federación acaba de poner en marcha la campaña de captación de voluntariado 'Aquí duerme un soñador en acción', mediante el reparto de 1.500 carteles, 70.000 trípticos y presencia en medios de comunicación. La iniciativa, que se presenta con la imagen de una cama vacía con una libreta sobre la almohada y el mensaje 'Soy voluntario. No me esperes. Únete', cuenta con el respaldo del Ejecutivo regional, que aporta 70.420 euros. «En la Cocina Económica hay veces que tenemos que decir a gente que tenemos ayuda de sobra, pero es cierto que hay otras entidades que son más deficitarias, sobre todo en las cuestiones de minusvalías. Mucha gente prefiere ayudar a personas válidas antes que a las personas con minusvalías, lo cual es un error, pero bueno, hay que tener en cuanta que exige más dedicación y, muchas veces, más conocimientos», resume Carreras, que añade un motivo más para el llamamiento: «Hay que ir dando el relevo a los que se van, la mayoría de ellos gente muy mayor que aguanta hasta que no puede más o fallece; y también porque cada vez hay más actividad porque surgen nuevas entidades».

Y junto a los nuevos brazos, la fortaleza solidaria precisa del inevitable dinero, oxígeno que llega desde el apoyo de entidades públicas y privadas, pero también de los donativos y de la suma de asociados, un ámbito al que lanza un último mensaje el presidente de la federación: «Las ayudas económicas siempre son necesarias, pero muchas entidades que son de utilidad pública hemos logrado captar muchos socios, porque hay que tener en cuenta si la cuota anual es de 150 euros a la entidad le llegará esa cantidad íntegra, pero del bolsillo del asociado solo saldrá el 25% porque el restante 75% se lo reintegra Hacienda unos meses después y eso mucha gente no lo sabe demasiado bien», advierte Carreras.