«Es como una droga. Te devora, te anula, no eres persona y crees que todo es por tu culpa»
Natalia, víctima de violencia machista y voluntaria de la Red Vecinal, traslada su estremecedor testimonio y aconseja a otras mujeres en esa situación: «Hay que hablar y buscar ayuda, porque no la ves, pero hay salida. Yo lo conseguí y hoy soy feliz»
El tiempo todo lo cura. O casi. Quedan huellas y algunos temores nocturnos pese a que Natalia despertó ya hace años de un sueño maravilloso, ... casi idílico, que derivó en una pesadilla, por desgracia demasiado real. Su testimonio sirve de ayuda a las usuarias de la Red Vecinal que, sin darse cuenta, han vivido, como ella, atrapadas entre las garras de un monstruo disfrazado de príncipe azul.
«Me costó mucho verlo, muchísimo. Era una relación muy bonita, preciosa, o eso creía yo. Pensaba que era amor, pero no, era un control absoluto», confiesa. Poco a poco empezaron los celos, los enfados y Natalia fue arrastrada a un abismo que no supo ver. «Dejé a mis amigas de lado, no tenía vida sin él, se fue deteriorando la relación con mis padres… Si me arreglaba un poco no le gustaba o no me ponía lo que él me decía se enfadaba y acabé vistiendo de chándal», inicia un relato que suele repetirse como un mal guión. «A veces, cuando se enfadaba, me agarraba más fuerte de la cuenta o me apretaba y me dejaba un moratón, pero decía que no se había dado cuenta y yo le creía», explica. Nada mejoró. «En las relaciones sexuales yo tenía la obligación de aceptarlas, me apeteciese o no, y muchas veces eran forzadas, mirando para otro lado, llorando, sintiéndome un objeto o una muñeca», recuerda con un escalofrío.
«Las relaciones sexuales eran forzadas, mirando para otro lado, llorando, sintiéndome un objeto o una muñeca»
«Empecé a vivir restringida, privada, sola, dándole continuas explicaciones y con miedo», rememora. No hubo palizas brutales, pero sí demoledores golpes morales. «En mi caso fue violencia psicológica, apartarme de todo y de todos, convencerme de que no servía para nada y anularme a través de ese chantaje emocional. Hay gente que piensa que eso no es maltrato, pero yo creo que a veces es mejor que te den un tortazo antes de que te anulen así. No ves que estás en un infierno, llegas a creer que lo hace por amor, te convences de que va a cambiar y además no dudas de que todo es por ti, que tú eres la culplable. No lo ves, te envuelve en una nube. Todo está despejado al principio, todo es sol y brillo, y poco a poco se cubre de nubes, se vuelve todo negro. Pero para entonces a ti ya te ha convertido en otra persona. Es como una droga que te devora, dejas de ser persona, te anula, te conviertes en un ente inseguro y vulnerable, sientes que sin él no eres nada y sin dudas de que lo que pasa es por tu culpa», asevera.
«No es amor»
Los episodios siguieron y Natalia cortó la relación, pero el acoso no cesó. Un día que su ya expareja se presentó en su casa y estuvo a punto de tirarla por las escaleras, a la víctima se le abrieron por fin los ojos. Denunció, pidió ayuda y sacó, muy poco a poco, todo de dentro: «Cuando todo vuelve a despejarse, cuando te decides a dar el paso, que cuesta mucho, asimilarlo todo es muy duro y el trabajo es muy muy grande. A mí me costó mucho hablar. Muchísimo. Pero hay que hablarlo y buscar apoyos. No es fácil, porque vivimos en una época en que todo el mundo se cree con derecho a juzgar y eso hace mucho daño, pero hay que dar voz a esta lacra, ya que cada vez hay más casos con gente cada vez más joven que admiten estas situaciones y que tienen que darse cuenta de que eso no es amor».
«Es muy duro, cuesta mucho, te sientes absolutamente sola y cuando estás en ese infierno no ves la salida, pero se puede salir, sin duda. Yo lo he conseguido y hoy vuelvo a ser feliz», concluye con una sonrisa luminosa.
La Red Vecinal ha atendido ya a 55 víctimas en lo que llevamos de año
La Red Vecinal Contra la Violencia de Género e Intrafamiliar de La Rioja ha atendido ya a 55 mujeres víctimas de violencia de género en lo que va de 2024. En estos meses, además, ha realizado 562 actuaciones con usuarias, con, entre otros, 17 servicios de acompañamiento, traslado y apoyo; 23 de acompañamiento voluntario continuado; 9 de acompañamiento cuidado de menores; 24 intervenciones grupales; 4 derivaciones a otros servicios; 97 actuaciones telefónicas; o 346 actuaciones por redes sociales.
Las cifras son ligeramente superiores a las del año anterior –en todo 2003 el número de mujeres atendidas fue de 101–, según se ha detallado en la reunión que ha mantenido este viernes la directora general de Justicia e Interior, Tania Sáez, con los miembros de la Federación que gestiona la Red Vecinal contra la Violencia de Género, la entidad que en la actualidad preside María Ángeles Matute, y que desde la creación, con el respaldo vía convenio del Ejecutivo regional, del programa, en el año 2002, ha atendido ya a 1.543 usuarias.
Además de evitar el aislamiento social de las personas en situación de maltrato, avanzar en la prevención de la violencia de género, fomentar valores como la igualdad y constituir una red social de voluntariado, integrada hoy por un centenar de miembros, para apoyar a las víctimas de la violencia machista, la entidad se vuelca en actividades de sensibilización. Ese es el objetivo, por ejemplo, del VI Concurso de cortos 'Corta con la violencia, únete a la nuestra red', del que hoy se han entregado los tres primeros premios, en concreto a La Salle El Pilar de Alfaro, IES Celso Díaz de Arnedo y Fundación Diagrama.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión